3 meses con mi CF GSM/GPRS en un iPAQ h2210

Como muchos otros locos de los cacharritos empecé mis andanzas con cosas sencillitas… y ye he llegado a un punto que estoy a la que salta en cuanto a novedades para hacerme con ellas. Cierto es, hay que decirlo, que no siempre las novedades son buenas o útiles (aunque no creo que pueda vivir sin el GuardaBanas, ¡¡quiero uno ya!!), de modo que en los últimos tiempos he intentado refrenarme y ver lo que dicen otros de los cacharritos nuevos que salen antes de lanzarme a la compra de uno de ellos. Por esta razón ahora quiero ser yo el que aporte mi granito de arena y os muestre mis experiencias con una tarjeta CF GSM/GPRS después de 3 meses de uso; espero que esta revisión sea de utilidad a todos aquellos que dudan o no se deciden a comprar una por falta de información.

Aspectos físicos:

La tarjeta que yo uso es una Fujitsu-Siemens, que curiosamente parece un clon de la ya mítica AudioVox RTM-8000 .

  

Cierto es que la tarjetita de marras es más grande que una CF normal (como era de esperar), pero no es tampoco más grande que una tarjeta de radio FM o quizás algunas WiFi aunque, eso sí, el tema de tener una antenita rotatoria la hace bastante más delicada.

  

De hecho creo que debo decir que a mi se me cayó la PDA al suelo y la antenita se fue a tomar viento, de modo que tuve que arreglarla (uno que es manitas), lo cual no es difícil, pero fastidia tener que hacerlo.

En fin sigamos. desde el punto de vista de la portabilidad la cosa va sobre gustos. Para los que gustan de no llevarla en el cinturón sino en la mano o en el bolsillo tenemos la funda de aluminio tipo Proporta, en la cual la tarjetita entra sin problemas.

En cambio, para los que gustan de llevarla al cinturón con una funda, digamos, del tipo de las de Pielframa, la cosa se pone difícil. La solución (espero no levantar ampollas con esto) consiste en hacer un pequeño y fino corte transversal a la funda a lo largo de la ranura CF de forma que pueda sobresalir. Como podéis ver en la foto no queda nada mal, y no se nota el corte (excepto porque le sale una tarjeta por fuera a la funda).

  

Software:

Para que la tarjetita funcionase en Windows Mobile 2003 instalé el Running Voice GSM con sus pertinentes actualizaciones. Cierto que en tema de software es uno de los puntos en los que el llevar una tarjetita se hace fuerte frente a un teléfono móvil. ¿Por qué?

– Poder elegir el tono de llamada desde, virtualmente, cualquier archivo wav.

– Poder tener los SMS clasificados por carpetas, aparte de guardar los de salida.

– Capacidad casi infinita (según la memoria que queráis utilizar para ello) para guardar SMS

– Posibilidad de llamar directamente desde los contactos de Outlook, sin tener que buscar en los teléfonos de la tarjeta SIM

– Posibilidad de intercambiar teléfonos entre la agenda de Outlook y la tarjeta SIM (Mediante el SIM Manager)

– Facilidad de escritura de los mensajes SMS.

– Posibilidad de skins en el teclado.

– Posibilidad de crear grupos de personas para poder mandar a todos el mismo SMS (útil en Navidad y ocasiones especiales)

… Aparte de todas las posibilidades que implican tener un PDA y teléfono al mismo tiempo.

  

Además existen muchas aplicaciones secundarias que pueden ayudar al uso del teléfono como el «Telebuddy 1.0», una aplicación gratuita que hace que aparezca la foto que tu quieras cuando llame una personas determinada. Todas estas aplicaciones se van descubriendo poco a poco y, si bien al principio parecen superfluas, uno acaba acostumbrándose tanto a ellas que al final resultan casi imprescindibles.

Uso diario:

Ahora llega lo realmente interesante, ¿cómo es el día a día con un aparatito de estos? Pues bien, lo primero a destacar es la obligatoriedad de usar el pinganillo de las narices para hablar.

No tienes por qué llevarlo siempre. Cuando suene el teléfono te lo pones y punto, ya que la llamada se oye por el altavoz de la PDA. También se puede usar el botón que esta al lado opuesto del micrófono para colgar y descolgar el teléfono, de modo que si se lleva en el cinturón o en el bolsillo se puede pasear con el pinganillo puesto y no tener que tocar el PDA para nada. Eso sí, más de uno te tomará como un segurata.

En mi caso debo decir que viajo bastante en avión, y en los aeropuertos es muy típico que mucha gente lleve pinganillo, de modo que pasas inadvertido. En una discoteca es harina de otro costal, ahí la cosa cambia.

Otro tema es la cobertura. En aras de la brevedad debo decir que la cobertura es la misma que con cualquier otro móvil, aquí o en el extranjero (con roaming).

En cuanto a la duración de la batería la cosa se pone mal, lo admito. Dado que el PDA se mantiene encendido constantemente cuando funciona el teléfono, la autonomía es limitada. Con una iluminación normal de la pantalla el PDA con el teléfono activado dura unas 5-8 horas, según lo que se haga con él, en espera. En conversación dura unas 3 horas. Ese es el punto flaco de estos bichitos. Se puede ampliar la autonomía bajando el brillo de la pantalla, pero tampoco se gana mucho tiempo. ¿Opciones? Bien se puede tener unas segunda batería de reserva o bien se puede comprar una batería de superior capacidad. Existen baterías de hasta 3.600 mAh que, comparadas con las de 900mAh que vienen de serie con la iPAQ 2210, aumentan enormemente la autonomía del bicho. Eso sí, a costa de su aspecto físico, y sin llegar nunca a la autonomía de un teléfono móvil moderno (que puede durar semanas en espera).

Para muchos la pregunta será «si la autonomía es tan mala, ¿por qué usarlo?» La respuesta depende de cada uno. Primero hay que hacerse esta pregunta, ¿Cuándo tiempo suelo tener el PDA fuera de la cuna normalmente? En mi caso no suelo pasar más de 5 horas seguidas con él fuera de la cuna, de modo que no noto el impacto. Veamos un día normal mío:

Me levanto por la mañana y voy de viaje al trabajo: Menos de 5 horas

Durante el trabajo lo tengo en la cuna, así que no cuenta.

Comida: Menos de 5 horas

Viaje de vuelta a casa: Menos de 5 horas

Luego en casa tengo mi otra cuna, así que mientras no lo uso no gasto batería al dejarlo en la cuna. Cuando viajo sólo lo llevo conectado en los aeropuertos, ya que en los aviones está prohibido.

Resumiendo: en mi caso particular la tarjeta CF GSM/GPRS me ha liberado del móvil, con lo que llevo un cacharro menos, pero mi caso no tiene por qué ser igual para todos.

Ventajas:

– Liberarse del móvil.
– Tener un móvil más personalizable y con más funcionalidades.

Desventajas:

– Autonomía limitada

– Portabilidad (según la persona).

En fin, espero que esta revisión les haya sido de utilidad. Si alguien tiene alguna duda que queda sin resolver sólo tiene que preguntarme en el foro y con gusto contestaré .


Octavio… usuario registrado de PCDM

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