Soy un adicto a los productos de Vaja, al igual que le sucede a Carrie, la protagonista de «Sexo en Nueva York» con los zapatos de Manolo Blahnik, siento la imperiosa necesidad de «vestir» todos mis chiquinofes con los productos de esta compañía argentina. El principal problema viene a la hora del precio, y es que sus fundas suelen ser más caras que las de la competencia, aunque hay que tener en cuenta que si por algo destacan los productos de Vaja es por su calidad; tanto de los acabados como de los materiales. (Sinceramente, hay días que pienso que debería de haber elegido una afición más económica, como coleccionar huevos de Fabergé, o esnifar coca…)
Cuando analicé la funda de Vaja para mi Axim X5 (la cual todavía resiste, pese a llevar casi 6 meses en manos de mi hermana) uno de los puntos negativos de la misma fue la presentación del producto, que se me antojó escasa para un producto que cuesta tanto. Nada más abrir la caja, puedes notar el olor a cuero («a zapatería de El Corte Inglés», como lo definió una amiga mía); y debajo la funda tenemos los «add-ons»; por ejemplo, ahora incluyen una especie de catálogo o carta de colores, y un par de pegatinas; una de las cuales ha ido a parar a la luna trasera de mi coche (sí, lo se, soy un friki de cojones). Puedo concluir por lo tanto que en esta funda la presentación ha mejorado bastante.
Una de las cosas que me llaman la atención de la funda es que, pese a lo ligera que parece una vez que la tienes en las manos, es capaz de proteger perfectamente a la PDA gracias a la rigidez de las tapas delantera y trasera.
Una vez introducida la PDA, observamos que ésta ajusta perfectamente a la funda… ¿demasiado? Pues quizás sí, aunque teniendo en cuenta los problemas que tuvimos con la parte inferior de la funda de Noreve, el descubrir que no hay que hacer números para hacer un soft-reset, o para sincronizar con el cable (¿no pensarías que ibas a utilizar la cuna de sincronización con la funda puesta?, iluso…), casi lo podríamos calificar de maravilla de la ingeniería (y es que el diseño de los botones y «los bajos» de la serie 2xxx de HP tampoco ayuda).
Otro detalle curioso es que la funda cubre el botón de grabación, aunque eso no es obstáculo para que aún así podamos accionarlo sin problemas. Puestos acbuscar una pega, observo que en vertical la pantalla está desfasada aproximadamente medio milímetro. En cuanto al sensor de huella dactilar… ¿pero de verdad hay alguien que lo usa?
En cuanto a los acabados esta funda es sin duda alguna la mejor que ha pasado por mis manos, todos los cantos donde suele «sobarse» con más facilidad la piel están protegidos. En cuanto al cosido he de admitir que tras dos meses de uso intensivo aún no he encontrado un hilo suelto, y la parte inferior de la funda (que tantos problemas nos dio con la de Noreve) tampoco se ha deformado.
El cierre de la funda es el ya cada vez más común broche magnético; las primeras veces (dado lo justa que queda la funda) costará un poco llevarlo al sitio, pero como le dijo Ron Jeremy a Jenna Jameson «en este mundo todo acaba dando de sí». Por otra parte una vez cerrada tampoco se aprecia «efecto sandwich» y la PDA mantiene un grosor aceptable.
Resumiendo, es difícil encontrarle puntos negativos a la funda; en todo este tiempo quizás lo peor de la misma sea que el precio, el cual queda compensado de sobra con la calidad de los materiales empleados y con las enormes posibilidades de configuración que nos ofrece la firma argentina.
Conclusión
PUNTUACIÓN: 9,5
Nota
Cassidy. Que agradece la ayuda prestada a la gente de Vajacases y a cierto futuro doctor cordobés que le entregó la funda en el pasado SIMO, y que espera revisar más productos de esta estupenda compañía… |