Lo primero de nada avisaros de que si venís buscando aquí un producto «volador» tan increíble como el AR.DRONE que revisamos la pasada semana… pues estáis muy equivocados aunque por otra parte con su precio diez veces inferior al producto francés tampoco se le puede pedir tanto ¿no?. En cualquier caso estáis invitados a leer nuestra revisión ya que en algún caso siempre puede resultar interesante conocer un «bonito regalo» (y nada caro) que puede gustar tanto a un fanboy como a un Android lover ¿no?.
Aprovechando que teníamos que buscar un buen lugar para nuestras prácticas de vuelo nos pusimos en contacto con nuestros amigos chinos de Brando para pedirlos algún otro juguete con «alas» para complementar nuestras revisiones voladores… y nos ofrecieron el i-Helicopter que aceptamos como siempre gustosamente…
ENVIO
Unos días después teníamos el «conocido sobre amarillo» en Correos y dentro de él…
una caja del tamaño de la de zapatos pero al estilo Apple… con letras plateadas sobre un fondo blanco inmaculado haciendo alusión a que el soft estaba disponible en la App Store de Apple (aunque también está en el Market Android 2.1 o superior.
Dentro de la caja y bien «calzado» para que no sufra en el envío desde China se encuentra un «precioso» helicóptero junto a un «artilugio» que no es ni más ni menos que el control a distancia a conectar a la salida de auriculares de tu teléfono o tablet.
i-HELICOPTERO
Este iHelicóptero además de como juguete (para niños de 14 años en adelante, claro) también se puede utilizar para «adorno» por cuanto es un cacharro bonito… de metal y hélices de plástico. (Por cierto, me acabo de dar cuenta que no salen en ninguna foto pero se incluyen también un repuesto del álabe de la hélice de la parte superior y otro para el de la inferior de lo que se deduce que es posible que estas dos piezas serían las más propensas a rotura. En nuestro caso, y para seguir con nuestra costumbre de llevar siempre la contraria, se rompió todo menos las hélices).
Antes de pasar a contaros nuestras «experiencias» voladores un par de fotos con el detalle de la construcción del helicóptero cuidada hasta el menor detalle tanto en su cuerpo como en el rotor de cola, por ejemplo.
VOLANDO
Antes de salir a volar lógicamente hay que disponer de suficiente «combustible» para el mismo lo que en este caso se consigue cargando vía USB el cuerpo del helicóptero así como el «Control remoto» conectable a la salida del auricular como hemos indicado anteriormente.
En este caso el helicóptero se carga completamente en unos 35-40 minutos lo que da una autonomía de vuelo al mismo de unos 4-5 minutos… lo que, en nuestro caso, nos ha sobrado
La interfaz del controlador también es de lo más sencillo ya que aparte de arrancar el motor (ON) o encender la luz frontal únicamente es necesario subir / bajar, inclinarse o rotar pudiéndose controlar con los movimientos del móvil / tablet sin necesidad de utilizar casi la botonera.
Una cosa sumamente extraña es que disponga de tres botones (A,B,C) para poder trabajar con tres frecuencias… mientras que ésta no es posible seleccionable / ajustable en el receptor / helicóptero. ¡Primer mosqueo!.
Un segundo problema adicional (en este caso para hacer un vídeo tan bonito como el del AR.DRONE) era que al ser tan pequeño… era realmente difícil seguirlo con la vista tras la cámara y únicamente se podía percatar de su presencia por el ruido de moscardón que hacía en su vuelo.
Aprovechando «nuestros conocimientos» de vuelo del AR.DRONE y aprovechando el haber encontrado el lugar ideal para nuestros primeros vuelos en helicóptero nos echamos a campo abierto … alejados de muebles, etc que podrían peligrar ya que al funcionar con las aspas sin protección alguna y a elevada velocidad no es muy seguro que digamos estar cerca de la TV del salón, por ejemplo.
Otro problema más grave que pudimos comprobar en nuestras propios ensayos fue que la «luz solar» le molesta muchísimo y le hace incontrolable ya que «inhibe» la señal que va desde el controlador al receptor que se encuentra en la parte inferior del helicóptero. Por ello en el vídeo podréis ver que el helicóptero es controlable (con mucha dificultad) volando cerca pero en cuanto toma altura y sobrepasa la sombra… cae como fulminado por el rayo
Después del primer día de vuelo conseguimos volver a casa sin romper ninguna pieza del «vilicóptero» … aunque el pobre dejó de volar como un pájaro con un ala rota. Al final descubrimos la causa: Una de las dos «ruedas dentadas» que comunicaban el giro del motor a las hélices superiores se había desplazado ligeramente hacia abajo con lo que una de ellas no giraba de la forma adecuada y con ello no conseguía tomar el vuelo.
Una vez desplazada a su posición correcta la pequeña rueda de plástico verde… pudimos retomar nuestras prácticas de vuelo aunque en ese caso alejados de campo abierto buscando más zona de sombra cercana a casa… e incluso en el patio y jardín interior.
Finalmente hemos conseguido entender el funcionamiento de este pequeño helicóptero aunque nos queda la gran duda de las «tres frecuencias» así como de la necesidad de cambiar de una a otra hasta que el motor se ponga en marcha (e incluso la luz se encienda). En cualquier caso, guardaremos al i-Helicopter en su caja hasta encontrar un sitio «a la sombra», sin cosas que se pueda a romper y con un tamaño máximo de 4 metros que es el alcance máximo de la señal de control.
PUNTUACIÓN: 5
Nota
Gracias a la gente de Brando por este «bonito» helicóptero controlable por nuestra iPAD y a nuestro gato amigo, callejero y persa (a la vez) al que llamamos Marqués por sus andares altaneros y que nos estuvo observado en todo momento en nuestras últimas pruebas con el i-helicóptero al que no acababa de entender los golpes que se arreaba contra el suelo o los árboles. |
Pharizna… que poco a poco va sacando adelante sus revisiones y aunque siempre quejándose, disfruta siempre con ellas ya que si no … no las haría, claro está