Sin lugar a duda este año ha sido el de las hamburguesas impoSSibles que no tienen ni un gramo de carne.

Aunque todavía no parece que a nadie se le haya ocurrido «fabricar» una buena lubina vegetal probablemente no pase mucho tiempo visto lo visto. ¿Quién nos iba a decir hace unos meses que a alguien se le ocurriese hacer un café… sin un solo grano de café?

Atomo Coffee ya existe y es todo un éxito desde febrero de este año, cuando el proyecto logró financiarse en Kickstarter con apenas 25.331 dólares de capital inicial y 693 inversores. Su promesa en esa campaña era “hackear” la semilla del café para obtener una bebida sintética que imitase a la perfección el brebaje con el que nos despertamos la mayor parte de los humanos todas las mañanas.

De hecho, detrás del creciente éxito de esta joven compañía está Horizon Ventures, la misma firma de capital riesgo que invirtió en Impossible Foods. Para agosto de este año, Atomo se había hecho con un capital inversor de 2.600 millones de dólares. La compañía detrás de esta bebida está ganando tracción tan rápidamente que no sería de extrañar que pronto la veamos en los supermercados.

La respuesta definitiva a la pregunta sobre la composición de este café de laboratorio no la tendremos hasta dentro de bastantes meses. La compañía será completamente transparente con la fórmula a su debido tiempo, pero que ahora mismo necesitan ser reservados por una cuestión de patentes. Lo único que pueden revelar sobre la composición de Atomo es que se basa única y exclusivamente en extractos de diferentes plantas con los que han tratado de mimetizar cada uno de los componentes que hacen del café una bebida tan querida por los seres humanos, desde el cuerpo hasta la amargura, el aroma y, por supuesto, las elevadas dosis de cafeína. De hecho, el aspecto externo de la bebida no es líquido. Sus creadores (algunos bioquímicos, claro está) planean comercializarlo en forma de café molido como el que compramos hoy para que podamos estropearlo a placer en casa dejándolo hacer demasiado tiempo o calentándolo a lo bestia en el microondas.

Históricamente el café se venía cultivando a la sombra de los árboles peropara poder hacer frente a la demanda mundial, en la década de los 70 de desarrollo una técnica de cultivo del café llamada cultivo al sol o café al sol. En esencia, lo que hacen es eliminar los árboles de las zonas de cultivo. Con ello se produce más café, pero acarrea una deforestación muy dañina para la selva. Según algunos estudios, la producción de café es responsable de más de 100.000 hectáreas de selva deforestada al año. Se plante al sol o a la sombra, el café también tiene un serio problema de gestión de residuos. Producir tanto café genera toneladas de subproductos vegetales que son difíciles de reubicar y empobrecen el suelo… y de ahí la importancia de conseguir sistemas alternativos para asegurar la producción de café y al mismo tiempo que sean respetuosas con el medio ambiente.

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