Parece que hoy nos ha dado por noticias de por ahí arriba y si antes os hablábamos de «agujeros negros» de bolsillo ahora dedicaremos la hora de la comida a comentaros los planes de OneWeb para permitir un acceso global a Internet.
One Web es una de las empresas que propone llenar nuestra órbita con satélites para llevar internet a cualquier recóndito lugar de la Tierra. Su propuesta se diferencia de las demás en un punto clave, la altitud a la que operarán sus satélites. Desde One Web quieren volar por debajo de el resto de compañías que ofrecen banda ancha desde sus satélites.
En lugar de colocar sus satélites en la órbita geoestacionaria de la Tierra a 35.786 kilómetros de distancia, esta compañía quiere que los suyos se quedan algo más cerca del suelo, en concreto a 1.198 kilómetros de altura.
Con esta nueva altura pretenden solucionar dos problemas. Primero, esas órbitas superpuestas permiten una cobertura mundial, mientras que los satélites geoestacionarios comienzan a caer por debajo del horizonte en la mayoría de las latitudes norte y sur.
La segunda ventaja del enfoque de OneWeb es que su órbita inferior elimina la mayor parte de la latencia que infringe una altitud superior y cambia los datos que deben recoger los satélites geoestacionarios.
En pruebas anteriores la compañía asegura que ha conseguido reducir la latencia por debajo de los 40 milisegundos con velocidades de descarga de 400 Mbps, en contraposición de los 600 milisegundos que tiene su competencia.
Empezando por el lanzamiento de una primera constelación de 650 satélites, quieren llegar a cubrir el cielo con 1,980 satélites para llevar la banda ancha a cualquier territorio del planeta. Todos ellos contarán con el sistema necesario para volver a la Tierra cuando hayan terminado su vida útil y permitir una desorbita ordenada.
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