Como bien conoce nuestro amigo Òscar, el diamente y el grafeno son dos formas del carbono con propiedades extraordinarias … aunque no son las únicas.
En efecto, el pasado 4 de noviembre se presentó en el International Symposium on Clusters and Nanomaterials el descubrimiento de una nueva forma del carbono que han dado en llamar U-carbon la «U» por «unusual» o Adamanto que los alquimistas medievales empleaban para referirse a cualquier substancia especialmente dura, ya sea una composición de diamante, alguna otra piedra preciosa o algún tipo de metal.
Lo más extraordinario de este «feliz» descubrimiento es que la nueva forma de carbono es estable, se puede fabricar a partir de materias primas baratas y presenta propiedades físicas extraordinarias resultando tan duro como el acero inoxidables y conductividad y reflectividad como un espejo de aluminio pulido. Sin embargo lo más sorprendente es su ferromagnetismo que le hace comportarse como un verdadero imán a temperaturas hasta los 125ºC.
El descubrimiento se hizo en un intento fallido de sintetizar pentagrafeno mediante la técnica frustración magnética … de la que nos podría hablar largo y tendido nuestro amigo catalán.
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