Debemos empezar reconociendo que, aunque generalmente estamos bien informados alguna vez también nosotros cometemos errores y se nos pasan noticias importantes. Por eso desde aquí, pedimos perdón ya que el pasado martes día 19 fue el Día Mundial del Retrete y nosotros no dedicamos ningún espacio a tratar de un tema tan importante ya que más de la mitad de la población mundial, unos 4200 millones de personas, no disponen de retretes en sus viviendas o tienen sistemas de saneamiento deficientes.
Tampoco de trata de disponer de tener un retrete de oro macizo como el que el pasado año el Guggenheim de Nueva York ofreció a Trump en lugar del cuadro ‘Paisaje con nieve’ de Van Gogh que había pedido prestado para decorar las estancias privadas de la Casa Blanca.
Más bien y continuando con la línea ecologista de las últimas noticias PcDeMaNeRas, preferimos quedarnos con los resultados de la investigación publicada en nature sobre el desarrollo de un recubrimiento bioinspirado, que repele el líquido, los residuos y las bacterias y que esencialmente puede hacer una autolimpieza del inodoro… y reduciendo con ello a la mitad el agua que se desperdicia cada vez que se tira de la cadena.
El invento, denominado superficie lisa impregnada de líquido (LESS), es un spray que se aplica en dos pasos que puede utilizarse en un inodoro de cerámica convencional. El primer spray, creado a partir de polímeros injertados molecularmente, es el paso inicial en la construcción de una base extremadamente lisa y repelente al líquido.
Cuando se seca, el primer aerosol provoca el crecimiento de moléculas que parecen pelos pequeños, un millón de veces más delgados que el de un humano. Posteriormente, el segundo spray crea una fina capa de lubricante alrededor de esos nanoscópicos «pelos» para crear una superficie súper resbaladiza.
Con esta recién creada superficie resbaladiza, los inodoros pueden limpiar eficazmente los residuos del interior del recipiente y eliminar los residuos con sólo una parte del agua que se necesitaba anteriormente. Los investigadores también predicen que el recubrimiento podría durar unos 500 lavados en un inodoro convencional antes de que se necesite una nueva aplicación de la capa de lubricante.
El recubrimiento tarda menos de cinco minutos en fijarse y los experimentos del equipo de investigadores demostraron que la superficie repelió eficazmente las bacterias, sobre todo las que propagan enfermedades infecciosas y olores desagradables.
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