Aunque nos gusta volar drones también nos gusta respetar las Normas sobre todo si tienen sentido y van encaminadas a aumentar ¡la Seguridad de todos!
Por ejemplo, no entiendo como el pasado lunes se tuvo que cerrar el aeropuerto de Barajas durante un par de horas ante la presencia de un dron particular en el espacio aéreo.
Simplemente recordaros que considera una infracción grave y puede llevar a sanciones de hasta 90.000 euros. Concretamente, la ley permite volar drones cerca de aeropuertos y aeródromos si es a una distancia de al menos 8 kilómetros. Tampoco se debe pilotar drones donde se realicen otros vuelos de baja altura como zonas de paracaidismo, globos o parapente.
Enaire también advierte en su página web de que las multas por el uso indebido de drones con fines recreativos pueden alcanzar los 225.000 euros.
A pesar de no necesitar ser piloto para poder volar drones, en cualquier caso tiene que hacerse con seguridad y tener el dron siempre a la vista, sin superar los 120 metros de altura. Además, si el que vuela el dron es menor, siempre debe hacerlo bajo supervisión de un adulto.
Si al volar el dron se causan daños, quien lo pilote se convierte en responsable. Por ello, es recomendable contar con un seguro a terceros.
Por su parte, para poder volar un dron con fines profesionales es necesario estar habilitado en AESA, tener certificado de piloto de drones y un seguro de responsabilidad civil específico.
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En la imagen que ilustra esta noticia se ve que la «zona libre» de drones en Helsinki es muy pequeña. Sin embargo en Madrid «no se puede sobrevolar drones prácticamente en ningún sitio. La normativa es clara y establece un perímetro de seguridad alrededor de lugares sensibles: aeropuertos (y aquí tenemos Barajas, Torrejón, Cuatro Vientos o Getafe), hospitales (muchos cuentan con helipuertos) o enclaves de especial seguridad como Palacio Real, Zarzuela o Moncloa, por lo que la mayor parte del territorio se queda fuera de juego. »
Sin embargo, según nos cuentan em La Razón, «distintos tipo de drones sobrevuelan a diario la Comunidad de Madrid y, para evitar que además de saltarse la normativa puedan provocar daños mayores, la Policía Nacional cuenta desde hace año y medio con el denominado sistema “Caelus”.