Una vez resuelta la crisis (sanitaria) del coronavirus el mundo no será como antes será el golpe final a muchas empresas que ya empezaban a ver peligrar sus caducos negocios como las petroleras, por ejemplo
Tampoco las industrias del automóvil ýa está cambiando hace tiempo aunque a partir de ahora tendrá que aumentar su velocidad de cambio para adaptarse a la nueva situación mundial. Por ejemplo, los fabricantes de neumáticos ya llevan desde hace años presentando soluciones innovadoras para diferenciarse entre sí aportando un valor añadido a sus productos … que los chinos seguro fabricarán a un precio sustancialmente menor.
Por ejemplo. ahora es GoodYear que acaba de presentar, el reCharge, un prototipo de neumático que se cambia y se personaliza a través de píldoras. Está pensado para los vehículos eléctricos del futuro. La filosofía de la parte es la de darle una nueva dimensión a este componente, cuyo final ahora mismo está en un ‘cementerio’ o en el reciclaje.
El núcleo de reCharge es una banda de rodamiento recargable y biodegradable. No existen los pinchazos. El repuesto aquí son cápsulas individuales que tienen un líquido que regenera el neumático. O bien esta sustancia tiene características propias para que se adapte a determinadas circunstancias climáticas como lluvia o nieve. El compuesto es un material inspirado en uno de los más resistentes del mundo: la seda de araña. Esas fibras convierten al reCharge en un elemento duradero y 100% biodegradable.
La banda de rodadura tendría un marco liviano para contener el material. El modo de empleo es parecido al que se utiliza con las cápsulas del café. El fabricante habla de recurrir a la inteligencia artificial para la creación de un perfil personalizado del conductor. Es decir, si se circula por una superficie nevada, el líquido se adaptará para hacerse más resistente a esas condiciones. Lógicamente, este sistema eliminaría la necesidad de mantenimiento de la presión o el tiempo de inactividad relacionado con pinchazos.
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