Todavía me acuerdo de la visita que hice al Centro de Cálculo que la petrolera donde trabaja, tiene en el pueblo de Tres Cantos. Sin duda, aparte de los miles de servidores lo más impresionante era el tamaño del generador de diesel que tenía en su interior para una posible caida de la tensión eléctrica. El consumo de la instalación era equivalente a la del resto del pueblo y el generador tan inmenso que tuvo que montarse primero para después construir sobre el mismo el edifico que lo contenía.
Ahora bien, parece una miniatura después de ver el Wärtsilä RT-flex96C considerado el motor de combustión más grande del mundo y que pesa la friolera de 2.300 toneladas en su versión de catorce cilindros (se ofrece en variantes de entre seis y catorce) y, aunque fue lanzado en 2003, desde su actualización de 2007 produce una potencia total de nada menos que 84.420 kW o 114.780 CV, así como un par motor máximo de 7,6 millones de Nm.
En cuanto a proporciones equivale al de un edificio de cuatro plantas, con más de 13,5 metros de altura y distintas escaleras para que los empleados puedan trabajar a varios niveles. Sus pistones miden 6 metros de alto y pesan 5,5 toneladas cada uno.
Evidentemente este monstruo no se fabricó para alimentar ordenadores ni a ningún automóvil sino a los grandes barcos portacontenedores como el EMMA MAERSK.