Si al principio del confinamiento os deescubrimos que las larvas de la polilla de la cera se merendaban el polietileno ahora tras la presentación ayer mismo del anteproyecto de Ley de Residuos que prevé hacer obligatoria la recogida separada de nuevos flujos de residuos y que, entre otras medidas, prohíbe los plásticos de un solo uso a partir de julio de 2021.
Por ello es aún más importante si cabe el descubrimiento hecho por científicos de la Sociedad Americana de Química y publicado en National Geographic. Han descubierto que el aparato digestivo de las larvas Zophobas atratus (utilizadas frecuentemente por los pescadores como cebo) contiene una cepa de bacterias que ataca el poliestireno, uno de los plásticos más utilizados en envases y como aislamiento, y provoca su rápida degradación.
Para ello, el equipo colocó a 50 de estas larvas de la especie Zophobas atratus en una cámara con poliestireno como única fuente de carbono, comprobando que, tras 21 días, los gusanos habían consumido aproximadamente el 70% del plástico proporcionado. En un paso más allá, los investigadores aislaron la cepa de la bacteria Pseudomonas aeruginosa del intestino de los gusanos demostrando que esta podía crecer directamente en la superficie del poliestireno y descomponerlo.
También identificaron que esto era posible gracias a la identificación de la Serina hidrolasa, la encima responsable de la mayor parte de la biodegradación, y de la cual, los autores afirman que, o bien dicha encima, o bien la bacteria que la produce, podrían usarse en un futuro no muy lejano para ayudar a descomponer y reciclar el poliestireno residual.
No es la primera vez que se encuentran gusanos a los que les gusta el poliestirno expandido ya que desde hace años se sabe que las larvas del Tenebrio molitor (gusano de la harina) también lo comen.
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