Hace unos años se puso de moda la creación de cucarachas cibernéticas como, por ejemplo, los HAMR-E desarrollados en la Universidad de Harvard. Estos microrobots capaces de moverse boca abajo y en paredes verticales estaban pensados para utilizarse en aplicaciones de inspección industrial donde otros sistemas habían fracasado.
Ahora, en la misma Universidad han sido capaces de disminuir más su tamaño lanzando el nuevo HAMR-Jr que tan solo mide 2.25 cm de longitud aunque todavía no dispone de sistema de alimentación propio ni de «suficiente inteligencia» como para ser autónomo.
Como su hermano mayor su movimiento se consigue haciendo vibrar su cuerpo… siendo la frecuencia óptima en este modelo la de 20 Mhz … aunque podría subir hasta los 300.
Habrá que ver si este «juguetito» científico tiene alguna aplicación práctica aparte de entretener a los investigadores que han trabajado tanto en el proyecto.
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