Aunque en España es mucho más conocido el futbolín que el hockey recuerdo que hace años, cuando uno frecuentaba los «billares», en algún momento jugué al hockey de mesa.
Ahora y aprovechando la gran cantidad de tiempo libre que han tenido algunos, Andrew ha conseguido robotizar el sistema gracias al empleo de un Arduino MEGA controlado desde un PC que tiene acceso a una transmisión en vivo desde una cámara HD que mira hacia abajo a la mesa. Finalmente la magia de tirar, empujar o rotar las barras de metal que mueven cada uno de los jugadores finaliza con ayuda de una docena de motores paso a paso.
Programar el sistema para extrapolar la posición y la orientación de las figuras (así como el disco) del video podría haber sido un proceso frustrante, pero Khorkin creó un modelo de aprendizaje automático al alimentar con imágenes de la mesa al TensorFlow de Google con las figuras en innumerables posiciones.
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