Desde hace tiempo las petroleras miraron el hidrógeno como un combustible alternativo aunque luego dichos proyectos cayeron en el olvido … volviendo a resurgir ahora que el precio del petróleo está por los suelos y la conciencia ecológica en sus máximos.
Lo que desconocíamos es que este mezclado con amoníaco podría ser el combustible limpio que se necesita en aviación y que pronto podría sustituir al queroseno.
Según un grupo de científicos británicos, el amoniaco además de no ser contaminante, es menos peligroso ante un posible accidente.
Al igual que el combustible convencional para aviones, el amoníaco se almacenaría en las alas. Pero para ser quemado debe mezclarse con hidrógeno. Esto lo hace mucho menos peligroso para el fuego, pues no se quema por sí solo.
Los investigadores proponen utilizar un intercambiador de calor para calentar el combustible en ruta hacia el motor. Luego, un reactor para descomponer parte del amoníaco en hidrógeno y nitrógeno.
Al mezclarse el combustible para encender el motor, lo único que se desecharía es nitrógeno, vapor de agua y quizás algunos óxidos de nitrógeno.
El doctor James Barth, uno de los científicos que está experimentando con el amoníaco, apuntó que el amoníaco “tiene una densidad energética menor que el combustible convencional para los aviones”, lo que significa que los aviones con amoníaco tendrían un alcance ligeramente más corto por lo que estos medios de transporte serían adecuados para los vuelos de corta distancia
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