El pasado mes de febrero os comentábamos que a mediados de mayo estaba previsto que el bitcoin tendría que «sufrir» un halving desconociéndose su impacto en el mercado financiero.

En las dos ocasiones anteriores anteriores se produjo un aumento del valor de bitcoin bastante grande por lo que se especula que puede dispararse el precio y llegar a 100K$ o incluso 1M$.

Luego el coronavirus y la incertidumbre económica en la que nos encontramos ha frenado este optimismo aunque lo cierto es que ha aumentado su valor desde los 4600 EUR a mediados de marzo coincidiendo con la proclamación del estado de alarma a superar los 10.000 EUR ahora mismo.

Para mucho el bitcoin está logrando actualmente una reputación como una forma de oro digital. Hasta ahora, el oro ha sido conocido como el mejor activo de refugio seguro, pero el bitcoin, que comparte sus características clave de ser una reserva de valor y escasez, podría potencialmente eliminar el oro de su posición de largo plazo en el futuro a medida que el mundo se convierta cada vez más impulsado por la tecnología.

Las dudas infundadas sobre la illegalidad del bitcoin son siempre un elemento disuasorio para quienes se han planteado invertir por primera vez en este tipo de activos. La realidad es que ningún organismo oficial las ha ilegalizado (salvo excepciones como China) más allá de esto, lo cierto es que para grandes corporaciones comienza a ser un producto interesante.

Si vemos lo que sucede a escala regulatoria en nuestro país, la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) y el Banco de España no se definen respecto a la regulación de las criptomonedas. No las impulsan vía normativa pero tampoco impiden su desarrollo. Circunstancias que no impiden que siga creciendo en uso… y de hecho, aunque mi hijo apuesta por el Riple yo voy a probar suerte con el Bitcoin a través de Bitcoin Up que me han recomendado algunos compañeros de trabajo que abandonaron la empresa después de invertir en cibermonedas.