Debo confesar que una de las cosas que más valoré para mi último cambio de puesto de trabajo en la Petrolera fue el proyecto que estaban empezando para  definir las «ecuaciones diferenciales de la vida».

Desgraciadamente en los años que estuve allí no yuve la suerte de ver grandes avances en el tema aunque según parece el proyecto BIChOSS , acrónimo en inglés de Sistemas Sintéticos de Inspiración Biológica Operados Químicamente, sigue adelante hasta el año 2022.

Por ello no me extrañaría que después no amplíen sus investigaciones al campo de la física como han hecho en Australia «descubriendo» la fórmula matemática que demuestra que son posibles los viajes en el tiempo.

Es bien conocido que la dinámica clásica permite conocer el estado de las cosas en un momento preciso, algo que proporciona la información completa de la historia de ese sistema. A su vez, esto posibilita muchas otras aplicaciones como los viajes espaciales o el control de los fluidos.

Por otra parte, la teoría general de la relatividad de Einstein predice la existencia de bucles o viajes en el tiempo, algo que contradice a la física clásica.

Aunque para la ciencia actual ambas teorías no pueden ser ciertas simultáneamente, los australianos apuestan porque gracias a las matemáticas podrían cuadrar los números de forma que algún día podríamos hacer viajes en el tiempo ¿?