La verdad es que no se porqué me sorprendo, pero es que en Amazon hasta venden hasta el Cellmate: «El primer dispositivo de castidad controlado por aplicación del mundo. Con el dispositivo de castidad CellMate, no importa dónde estés o lo que estés haciendo. Usted, como maestro de llaves, tiene el poder de decidir si su sumiso puede ser desbloqueado de su castidad«.
Ahora bien, la castidad nunca había sido tan peligrosa hasta la llegada del Internet de las Cosas: un fallo en un cinturón de castidad de alta tecnología para hombres hizo posible que un grupo de piratas informáticos bloquearan de forma remota todos los dispositivos en uso simultáneamente!
La aplicación del «juguete sexual» fue corregida por su desarrollador chino después de que un equipo de profesionales de seguridad del Reino Unido señalara el error. Pen Test Partners (PTP), la empresa de ciberseguridad con sede en Buckingham involucrada en la detección del fallo, tiene la reputación de sacar a la luz descubrimientos extravagantes, incluyendo otros problemas pasados con juguetes sexuales.
Cellmate Chastity Cage de Qiui ha vendido unos 40.000 dispositivos y permite a los propietarios otorgar a otra persona el control sobre el acceso a su cuerpo.
La «jaula» se conecta de forma inalámbrica a un teléfono inteligente a través de una señal de Bluetooth, que se utiliza para activar el mecanismo de bloqueo y sujeción del dispositivo. El software utiliza el envío de comandos a un servidor utilizado por el fabricante: la brecha permitía engañar al servidor para revelar el nombre registrado de cada propietario del dispositivo, así como otros detalles personales, incluyendo las coordenadas de cada ubicación desde donde se ha usado la app. El bug también permitía revelar un código único asignado a cada dispositivo.
El fallo de ciberseguridad fue usado para hacer que el servidor ignore las solicitudes de la aplicación para desbloquear cualquiera de los juguetes de castidad identificados, dejando literalmente a los usuarios atrapados. El equipo de Lomas señaló el problema a Qiui en mayo, después de lo cual actualizó su aplicación, así como la interfaz de programación de aplicaciones (API) basada en servidor involucrada.
Pero aún dejaba una versión anterior de la API en línea, lo que significa que aquellos que no habían descargado la última versión de la aplicación en teoría seguían en riesgo. Cinco meses después de ponerse en contacto por primera vez, el equipo de seguridad del Reino Unido decidió hacerlo público.
Por lo que parece en nuestro país no han debido haber muchos usuarios que hayan sufrido el problema.