Todavía me acuerdo de mi abuelo recogiendo la miel de un panal que tenía en su huerto. A pesar del humo con la que intentaba espantar las abejas más de una se le metió por dentro de la protección de aficionado que llevaba. Seguro que le picaron pero ante su nieto no se quejó lo más mínimo.
Ahora todo es mucho más sencillo y cualquiera puede convertirse en apicultor instalando tu propio panel en el jardín y sin necesidad de arriesgarte ya que la miel se cosecha de forma auotmática y de forma totalmente segura para las abejas!
El milagro lo ha conseguido Flow Hive que hace un par de años consiguió más de 12 millones de $ en Indiegogo como financiación y desde entonces ha vendido más de 75.000 colmenas en 130 países.
El mayor atractivo de Flow Hive es que no hace falta abrir la colmena, extraer los paneles y exprimirlos para extraer la miel, un proceso que suele acabar con la vida de algunas abejas, además de ser bastante engorroso. Para ello utilizan un nuevo diseño de paneles que, literalmente, cambian de forma lo que permite la recolección de miel sin abrir la colmena ni molestar a las abejas.
A pesar de su elevado precio (entre 400 y 700 EUR) parece un «invento» relativamente interesante para los amantes de la naturaleza aunque el sistema no funciona de una forma tan sencilla y limpia como en su publicidad en opinión de alguno de sus poseedores… al menos en su primera versión
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A otros apicultores (aparentemente más viejos en el oficio) comenta que este producto australiano fue inventado y patentado en las oficinas de España y USA (patente nº US2223561A) por Juan Bizcarro en el año 1939.