La costumbre de los juristas de redactar frases muy extensas no se lo pone nada fácil a la inteligencia artificial que está aprendiendo a leer sentencias judiciales. Juristas e ingenieros de Itainnova trabajan en un proyecto pionero, Bidaraciv, liderado por la Universidad de Zaragoza, cuyo objetivo es el análisis mediante big data de la argumentación jurídica contenida en las resoluciones de la jurisdicción civil.
El modelo de inteligencia artificial que se está desarrollando para apoyar a la justicia separa el grano de la paja. «Las sentencias suelen incluir extensas citas de otras sentencias (por ejemplo, del Tribunal Supremo) y también de la legislación. Explican también los argumentos alegados por las partes y, en caso de reconvención, las peticiones que ha realizado la parte demandada o apelada. Además, en las sentencias de segunda instancia se incluye una descripción, normalmente bastante extensa y completa, del procedimiento de primera instancia», explica Muñoz Soro.
En fin, que «una parte muy importante de su texto no resulta útil si lo que queremos es saber directamente qué pidió la parte actora, qué ha decidido el tribunal y cuáles son los principales argumentos en los que se ha basado».
Este modelo ha sido entrenado, precisamente, para reconocer esos tres elementos dentro de todo el texto de la sentencia e identificar su sentido; es una operación típica de extracción de información mediante procesamiento del lenguaje natural.
Pese a que «las dificultades son numerosas según los resultados preliminares, las etiquetas que identifica el modelo en las sentencias utilizadas para el test coinciden en un 84% con las que habían puesto los etiquetadores humanos». Es un resultado que esperan mejorar, pero que, «en principio, resulta prometedor». La simple operación preliminar de dividir el texto en frases se topa con numerosos inconvenientes como errores en la redacción de las sentencias o la costumbre de los juristas de redactar frases muy extensas. Pero seguramente la principal dificultad es la complejidad, y en ocasiones oscuridad, del lenguaje jurídico.
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