En un artículo publicado en la revista Chem, un equipo de investigadores chinos detalla un nuevo enfoque para las pantallas electrocrómicas que cambian el color y la opacidad manipulando las propiedades de la luz cuando se aplica un voltaje.
Se creó un prototipo esencialmente construyendo un sándwich de vidrio con un par de paneles transparentes que fueron inyectados con un material hecho de «sales metálicas, tintes, electrolitos y solventes» además de electrodos, con todo el conjunto unido mediante un adhesivo como espaciador.
Cuando se aplica un voltaje, los iones metálicos y las moléculas en el relleno forman nuevos enlaces y estructuras que esencialmente hacen que los tintes se enciendan y apaguen.
A medida que se activan y mezclan diferentes tintes, los investigadores encontraron que se podían producir colores como cian, magenta, amarillo, rojo, verde, rosa, morado y gris.
La pantalla podría cambiar fácilmente de completamente transparente a negro con una alta relación de contraste, lo cual es crucial para mostrar texto legible.
La nueva tecnología de pantalla no emisiva también es relativamente económica y fácil de fabricar, lo que aumenta aún más sus posibilidades de reemplazar las pantallas LCD y OLED en aplicaciones como gafas inteligentes, pero primero los investigadores esperan optimizar su rendimiento.
Puede pasar de ser transparente a mostrar texto o imágenes en menos de un segundo, pero eso no es lo suficientemente rápido para igualar el rendimiento de las pantallas utilizadas en teléfonos inteligentes o dispositivos portátiles.
Tendrá que poder cambiar de estado al menos 30 veces por segundo antes de que la tecnología sea lo suficientemente práctica como para reemplazar lo que estamos usando ahora
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