De los laboratorios de Química todavía recuerdo tres Prácticas: La marcha analítica para determinar de forma cualitativa los componentes de una mecla. La Práctica para determinar el contenido graso (saponificiación) de un detergente que tras muchas pruebas no conseguimos conocer ya que era el primero que se fabricaba con zeolitas… y sin ácido graso alguno. Por último, la Práctica más «sencilla» que consistía en preparar hormigón mezclando cemento, arena y agua.
Lo que entonces no sabíamos es que varios lustros después investigadores del Instituto de Ciencias Industriales, perteneciente a la Universidad de Tokio, han desarrollado un nuevo método para producir hormigón sin cemento. Han unido directamente las partículas de arena mediante una sencilla reacción en alcohol con un catalizador. Esto puede ayudar tanto a reducir las emisiones de carbono como a construir edificios y estructuras en regiones desérticas, incluso en la Luna o Marte.
En el hormigón, el cemento se utiliza para unir la arena y la grava. Algunos investigadores están estudiando cómo sustituir más cemento por otros materiales, como cenizas volantes y escorias de altos hornos, para reducir las emisiones de CO2, pero este enfoque es insostenible porque el suministro de estos materiales está disminuyendo debido a la reducción del uso de sistemas de energía térmica y al aumento del uso de acero de hornos eléctricos.
Ahora los investigadores pueden producir tetraalcoxisilano a partir de arena mediante una reacción con alcohol y un catalizador eliminando el agua, que es un subproducto de la reacción.
Aparte de que, con este procedimiento, no sería tan importante utilizar partículas de arena con una distribución de tamaño específica para proporcionar fluidez es muy probable que el producto tenga una mayor durabilidad que la del hormigón convencional porque no se incluye en él la pasta de cemento, que es relativamente débil frente a los ataques químicos y presenta grandes cambios de volumen debido a la temperatura y la humedad.
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Está muy bien el titular y el artículo hasta que lees:
«La arena se unió en diferentes grados dependiendo de la variación, y varias pruebas dieron como resultado un material de hormigón que era estable y relativamente fuerte. Sin embargo, su resistencia a la compresión no se corresponde con la del hormigón tradicional»
Sin su resistencia a compresión, no se como se atreven a hablar de hormigón; puesto que los hormigones se difrencian primordialmente por este valor.
Y cuando no dicen que valor ha dado (no me creo que no hayan ido a una prensa hidraúlica para saberlo), no tiene buena pinta.