Según este estudio, el descubrimiento de una nueva enzima que libera un valioso producto químico a partir de residuos agrícolas podría suponer un importante avance en la producción de combustibles y productos químicos renovables.
Aunque la lignocelulosa es una de las formas más abundantes de carbono fijo en la biosfera, el uso de la lignocelulosa como material para abastecer a la bioindustria se ha visto obstaculizado por su composición y estructura, que la hacen muy obstinada a la degradación.
Esto se debe, en parte, a la presencia de lignina, un polímero aromático complejo que recubre la estructura para bloquear la accesibilidad de las enzimas. Actualmente no existen procesos biocatalíticos industriales para descomponer la lignina.
Pero los investigadores descubrieron que una enzima producida por un hongo llamado Parascedosporium putredinis NO1 puede romper la lignina iniciando así el proceso esencial de degradación necesario para producir finalmente biocombustibles.
P. putredinis NO1 es capaz de dominar los cultivos en las últimas fases de la degradación de la paja de trigo en una comunidad microbiana mixta cuando se han agotado los polisacáridos de fácil acceso..
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