Aunque últimamente las técnicas de reconocimiento del rostro están mal vista intentándose regular para su correcto uso, está claro que dichas técnicas bien aplicadas pueden aportar grandes ventajas.

Por ejemplo, aquí nos descubren su empleo para predicción temprana de la DEPRESION sin necesidad de recurrir a la exploración cerebral que se solía realizar hasta la fecha.

En el estudio actual, el objetivo era desarrollar un sistema novedoso y económico para detectar síntomas elevados de depresión basado en el seguimiento de los movimientos de la cara y los ojos durante la realización de tareas cognitivas.

En total, 75 participantes realizaron dos tareas cognitivas novedosas con elementos de distracción afectiva verbal, mientras que sus movimientos faciales y oculares se registraron con cámaras convencionales.

Los datos de 48 participantes (edad media 25,5 años, desviación estándar de 6,1 años, 25 con síntomas elevados de depresión)  se incluyeron en un análisis de clasificación de casos y controles con aprendizaje automático.

La precisión de la clasificación mediante validación cruzada (replicación dentro del estudio) alcanzó el 79% (sensibilidad 76%, especificidad 82%), cuando se combinaron las medidas de movimiento de la cara y los ojos.

Los participantes sintomáticos se caracterizaron por movimientos de boca y párpados menos intensos durante las diferentes etapas de las dos tareas, y por diferencias en las frecuencias y duraciones de las fijaciones en palabras de distracción afectivamente destacadas.

Los síntomas elevados de depresión se pueden detectar con el seguimiento del movimiento de la cara y los ojos durante el desempeño cognitivo, con una precisión cercana a la relevancia clínica (~ 80%).

Los estudios futuros deberían validar estos resultados en muestras más grandes y en poblaciones clínicas