Las complejas moléculas de la vida se han ido construyendo tras miles de millones de años a partir de componentes elementales. De ahí el interés del robot químico de la Universidad de Glasgow.
Gracias al empleo de algoritmos de «machine learning» es capaz de seleccionar entre 18 componentes y ponerlos en un reactor a las condiciones elegidas por el mismo sin apenas intervención humana para desarrollar experimentos complejos de semanas de duración. El objetivo final es, claro está, intentar acelerar el proceso de evolución natural que se dió en los primeros días de la creación.
En el artículo recién publicado en Nature, el equipo de investigación cuenta los primeros resultados del centenar de experimentos que ha realizado a lo largo de cuatro semanas y en los que han conseguido no solo obtener moléculas complejas sino también la creación de nuevas.
Lo más novedoso de este acercamiento es la posibilidad de realizar experimentos de larga duración aunque no tanto como en la naturaleza pero mucho más que en los típicos procesos químicos que, como mucho, transcurren a lo largo de horas o pocos días como máximo.
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