En la actualidad, la mayoría de las células solares se basan en el silicio; sin embargo, su eficiencia es limitada. Esto ha llevado a los investigadores a examinar nuevos materiales, como los ferroeléctricos, por ejemplo el titanato de bario, un óxido mixto de bario y titanio.
A diferencia del silicio, los cristales ferroeléctricos no requieren la llamada unión pn para crear el efecto fotovoltaico, es decir, no hay capas dopadas positiva y negativamente. Esto facilita mucho la producción de los paneles solares.
Sin embargo, el titanato de bario puro no absorbe mucha luz solar y, en consecuencia, genera una fotocorriente comparativamente baja. Las últimas investigaciones han demostrado que la combinación de capas extremadamente finas de diferentes materiales aumenta considerablemente el rendimiento de la energía solar.
Ahora bien según los resultados de una investigación publicada aquí, el efecto fotovoltaico de los cristales ferroeléctricos puede multiplicarse por 1.000 si se disponen periódicamente tres materiales diferentes en una red por ejemplo creando capas cristalinas de titanato de bario, titanato de estroncio y titanato de calcio que colocaron alternativamente una encima de otra.
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