El tema de la «patentabilidad» por parte de la IA es algo de lo que se lleva hablando mucho tiempo pero hasta el pasado año no quedó clara la dificultad del proceso.
En mayo de 2020, la Artificial Inventor Project (AIP) presentó ante las oficinas de registro de Estados Unidos, de la Unión Europea y del Reino Unido dos patentes poniendo como autor no a Stephen Thaler, que es la «mente» detrás de los inventos, sino a Dabus. Por esta razón ninguna oficina aceptó el registro.
Los tres organismos insisten en que la ley sólo permite a personas inscribirse como autoras de una patente. Normalmente el inventor es un individuo y el propietario de la patente, la empresa para la que trabaja. Pero AIP pide que en este caso se registre a Dabus (Device for the Autonomous Bootstrapping of Unified Sentience) como inventora, y como propietario a Thaler.
En cualquier caso, la sorpresa ha sido que la pasada semana se reconociese en Sudáfrica por primera vez en el mundo a una Inteligencia Artificial como inventora.
Dos días después DABUS también ha sido aceptada como inventora por la Corte Federal australiana!
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A pesar de lo que ocurre en Sudáfrica o Australia los jueces de USA siguen sin aceptar a una IA en el papel de inventora