Al prexio que se está pagando la luz cada día está más claro que la única solución para disponer de una energía barata es la ENERGÍA NUCLEAR, nos guste o no.
Eso sí, tendremos que disponer de una energía limpia libre de resíduos nucleares que nos acompañen durabte el resto de nuestras vidas. Los reactores de FUSION NUCLEAR serán sin duda la solución pero, aparte del reactor que montó este chaval de 14 años, no resulta nada fácil fabricar uno … o al menos hasta ahora.
El pasado día 5 de septiembre, por primera vez, un gran electroimán superconductor de alta temperatura se incrementó hasta una intensidad de campo de 20 tesla, el campo magnético más poderoso de este tipo jamás creado en la Tierra.
Esa demostración exitosa ayuda a resolver la mayor incertidumbre en la búsqueda para construir la primera planta de energía de fusión del mundo que pueda producir más energía de la que consume, según los líderes del proyecto en el MIT y la empresa emergente Commonwealth Fusion Systems (CFS).
Ese avance allana el camino, dicen, para la tan buscada creación de centrales eléctricas prácticas, económicas y libres de carbono que podrían contribuir de manera importante a limitar los efectos del cambio climático global.
El desarrollo del nuevo imán se considera el mayor obstáculo tecnológico para lograrlo; su exitosa operación abre ahora la puerta a la demostración de la fusión en un laboratorio en la Tierra, lo que se ha llevado a cabo durante décadas con un progreso limitado.
Con la tecnología de imanes ahora demostrada con éxito, la colaboración MIT-CFS está en camino de construir el primer dispositivo de fusión del mundo que puede crear y confinar un plasma que produce más energía de la que consume.
La mayoría de estos dispositivos han producido sus campos magnéticos utilizando electroimanes convencionales hechos de cobre, pero la última y más grande versión en construcción en Francia, llamada ITER, utiliza lo que se conoce como superconductores de baja temperatura.
La principal innovación en el diseño de fusión MIT-CFS es el uso de superconductores de alta temperatura, que permiten un campo magnético mucho más fuerte en un espacio más pequeño.
Este diseño fue posible gracias a un nuevo tipo de material superconductor que estuvo disponible comercialmente hace unos años.
Hasta ahora, la única forma de lograr los campos magnéticos colosalmente poderosos necesarios para crear una «botella» magnética capaz de contener plasma calentado hasta cientos de millones de grados era hacerlos cada vez más grandes.
Pero el nuevo material superconductor de alta temperatura, fabricado en forma de cinta plana con forma de cinta, permite lograr un campo magnético más alto en un dispositivo más pequeño, igualando el rendimiento que se lograría en un aparato 40 veces más grande en volumen utilizando imanes superconductores convencionales de baja temperatura.
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También la NASA piensa muy seriamente en utilizar motores de energía nuclear para mover sus naves más pequeñas donde la energía solar estaría muy limitada.