La Inteligencia Artificial pretende «emular», hasta cierto punto, el funcionamiento del cerebro humano pero todavía queda mucho para disponer aunque sea mínimamente de las capacidades que la evolución ha tardado miles de años en optimizar este órgano tan complejo.
Por otro lado, la computación neuromórfica, concepto lanzado a finales de los año 80, es aquella que busca diseñar algoritmos y circuitos integrados imitando el sistema nervioso de los animales.
Una propuesta de empleo de este tipo de computación es la de Samsung, que acaba de anunciar su intención de desarrollar un método para «copiar y pegar» el cerebro en un chip de memoria, a través del mapa de cableado de las neuronas.
La idea de transferencia mental / mind uploading es un experimento mental muy instructivo para reflexionar sobre la identidad del ser humano.
Pero la propuesta de Samsung no habla directamente de guardar la mente de una persona; sí de guardar el mapa de las conexiones neuronales dentro de un chip para obtener algunas de las ventajas de la manera de funcionar de nuestro cerebro.
De acuerdo con lo publicado, la idea de Samsung es utilizar una matriz de nanoelectrodos para pegar el mapa de conexiones neuronales en una red de memorias de estado sólido. Es decir, trasladar la información que define nuestro cerebro a un chip, como si fuera un disco duro.
Según describen los autores, este chip de memoria se aproximaría a los rasgos informáticos únicos del cerebro, consiguiendo algunas de sus capacidades como una «facilidad de aprendizaje, adaptación al entorno, procesamiento de la información o bajo consumo«.
Son precisamente estas características las que definen la ventaja de construir chips mediante la computación neuromórfica.
Mediante ingeniería inversa del cerebro, en esta matriz de nanoelectrodos se introduciría en un gran número de neuronas para registrar sus señales eléctricas.
La idea es grabar las conexiones intracelulares, ver cómo se conectan las neuronas entre sí y «registrar» estas conexiones para luego «copiarlas» en un chip.
Esta información posteriormente podría «pegarse» en memorias no volátiles como las flash o los discos SSD.
No obstante, la magnitud del cerebro humano es un desafío para tal propuesta ya que el cerebro humano tiene 100.000 millones de neuronas y unas mil veces más conexiones sinápticas lo que supone que un posible chip neuromórfico de todo nuestro cerebro requeriría unas 100 billones de memorias.
Es un número que impresiona, pero según Samsung en el futuro sería posible gracias a la integración de memorias en 3D.
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Samsung no es el único interesando en la computación neuromórfica ya que Intel acaba de presentar la segunda generación de chips para este tipo de aplicaciones.