La basura espacial es otro de esos temas preocupantes que más temprano que tarde impactarán de forma negativa en nuestra vida sea por el colapso de las comunicaciones o por la caida descontrolada en áreas habitadas, en el peor de los casos.
Su recogida no está resuelta en la actualidad aunque hay empresas, como la española GMV en la que he tenido el gusto de trabajar en los últimos años, están haciendo esfuerzos para catalogarla, primer paso para deshacernos de ella de una forma segura.
Por otro lado, un equipo de científicos de la Universidad de Utah ha desarrollado un novedoso sistema de imanes capaz de controlar a distancia la basura espacial y de detener satélites descontrolados.
Lo que realmente han descubierto es que al aplicar múltiples fuentes de campo magnético, las piezas u objetos espaciales se pueden mover prácticamente a discreción con 6 grados de movimiento; incluido el movimiento de rotación. Los estudios que habían contemplado esta idea anteriormente tan solo habrían considerado un grado de movimiento, como puede ser simplemente empujarlos, según recoge Nature.
Por el momento la investigación no ha pasado del plano teórico con algunos experimentos en laboratorio. Pero, si se cumplen los cálculos, daría como resultado la creación de robots basureros capaces de desviar la órbita de los desechos espaciales sin siquiera tocarlos. Colocándolos en trayectorias de autodestrucción mediante la reentrada en la atmósfera o bien alejándolos de la Tierra hacia el espacio profundo.
El perfecto ejemplo de aplicación de esta tecnología es el de un satélite que se encuentra fuera de servicio y girando totalmente descontrolado en su órbita. Una plataforma espacial equipada con el sistema de imanes ideado por los científicos de la Universidad de Utah podría detener el giro y manipularlo a discreción. Bien sea hacia la atmósfera para que se desintegre o al espacio profundo.
La segunda derivada de la tecnología pasa por la reparación en órbita de satélites y naves espaciales que se han quedado fuera de control.
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