Una de las películas que marcó mi niñez fue Viaje Alucinante de Richard Fleischer que ya en el 1966 pensó en el desarrollo de una fórmula que permitiría reducir el cuerpo humano a un tamaño microscópico durante un tiempo ilimitado.
Al final en la película tienen que probarlo de forma acelerada con un viaje al interior del cuerpo humano con un submarino tripulado que ha sido reducido de tamaño en el Centro de Miniaturización Norteamericano.
Ahora en el mundo real, un grupo de investigadores ha desarrollado microrobots con forma de pez que se guían con imanes a las células cancerosas, donde un cambio de pH las hace abrir la boca y liberar su carga de quimioterapia, para hacer precisamente eso.
Para lograr esto, imprimieron en 4D microrobots en forma de cangrejo, mariposa o pez utilizando un hidrogel sensible al pH.
El equipo codificó la forma sensible al pH por la mañana ajustando la densidad de impresión en ciertas áreas de la forma, como los bordes de las garras del cangrejo o las alas de la mariposa.
Estos diminutos robots se hicieron magnéticos colocándolos en una suspensión de nanopartículas de óxido de hierro.
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