Se comenta que la construcción es responsable de casi un 38% de CO2 emitido mundialmente por lo que siempre son de agradecer nuevos desarrollos que intenten hacer más sostenible esta actividad.
Por ejemplo, un grupo de investigadores del Laboratorio Nacional Oak Ridge del Departamento de Energía norteamericano ha diseñado un polímero novedoso para unir y fortalecer la arena de sílice para la fabricación de aditivos de chorro de aglutinante, un método de impresión 3D utilizado por las industrias para la creación de prototipos y la producción de piezas.
El proceso de impresión por chorro de aglutinante es más barato y más rápido que otros métodos de impresión 3D utilizados por la industria y permite crear estructuras 3D a partir de una variedad de materiales en polvo, ofreciendo ventajas en costo y escalabilidad.
El concepto surge de la impresión por inyección de tinta, pero en lugar de usar tinta, el cabezal de la impresora expulsa un polímero líquido para unir un material en polvo, como arena, creando un diseño 3D capa por capa.
La arena de sílice es un material barato y fácilmente disponible que ha ido ganando interés en los sectores automotriz y aeroespacial para la creación de piezas compuestas.
Los materiales livianos, como la fibra de carbono o la fibra de vidrio, se envuelven alrededor de núcleos de arena impresos en 3D o «herramientas» y se curan con calor.
La arena de sílice es atractiva para las herramientas porque no cambia de dimensiones cuando se calienta y porque ofrece una ventaja única en las herramientas lavables.
En aplicaciones compuestas, el uso de un aglutinante soluble (polietilenimina o PEI) en agua, para formar herramientas de arena es importante porque permite un simple paso de lavado con agua del grifo para eliminar la arena, dejando una forma compuesta hueca y muy resistente a la vez.
Otro acercamiento muy diferente al problema y bastante más sostenible es la propuesta de los italianos de WASP la empresa de impresoras 3D que proponen una vuelta al pasado fabricando casas con barro y restos de materiales agrícolas de la zona de edificación reduciendo con ello al máximo la generación de CO2.
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