Los seguidores de StarTrek sin duda conocerán a PAUL STAMETS no al micólogo y escritor norteamericano sino al ingeniero jefe del Discovery. Este fue el primero en hacer que el Motor de Esporas fuera viable para recorrer grandes distancias utilizándose a sí mismo como una computadora de navegación orgánica, convirtiendo a la nave en un bien valioso en la guerra de 2256 con el Imperio Klingon
Desgraciadamente todavía tendremos que esperar unos cientos de años para que se invente este motor y, con la tecnología actual, como mucho podemos llegar a Marte en un viaje de ida sin vuelta
En cualquier caso, para resolver el problema de los viajes a otras estrellas se han venido proponiendo soluciones ya desde los años 60.
Una de ellas es el «famoso» colector (o estatorrector) Bussard o ramjet que no es más que un concepto futurista de propulsión a reacción para vehículos espaciales. Implica capturar protones en el espacio interestelar y luego usarlos para alimentar un reactor de fusión nuclear.
Recolectando… hidrógeno espacial
Es bien conocido que el espacio interestelar hay gas muy diluido, principalmente hidrógeno, aproximadamente un átomo por centímetro cúbico. Si se recogiera el hidrógeno delante de la nave espacial, como en un embudo con la ayuda de enormes campos magnéticos, se podría utilizar éste para hacer funcionar un reactor de fusión y acelerar la nave ¿No?
Pues no, en base a las conclusiones de un estudio «serio» recién publicado en Science.
El empleo de un programa informático desarrollado en la Universidad Técnica de Viena en el marco de un proyecto de investigación para calcular los campos electromagnéticos en la microscopía electrónica ha resultado inesperadamente muy útil.
Los físicos pudieron utilizar este soft para demostrar que el principio básico de la captura de partículas magnéticas funciona realmente.
Las partículas pueden ser recogidas en el campo magnético propuesto y guiadas hacia un reactor de fusión. De este modo, se puede conseguir una aceleración considerable, hasta velocidades relativistas.
Dimensionando el colector
Sin embargo para lograr un empuje de 10 millones de newtons (equivalente al doble de la propulsión principal del transbordador espacial), el embudo tendría que tener un 00!.
Una civilización técnicamente avanzada podría construir algo así, pero el verdadero problema es la longitud necesaria de los campos magnéticos: El embudo tendría que tener una longitud de unos 150 millones de kilómetros, que es la distancia entre el sol y la tierra.
Mucho ¿No?
Habrá que seguir pensando en otra alternativa ya que parece que el hidrógeno espacial no es la solución que necesitamos en la actualidad … para viajar a las estrellas y más allá
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La buena noticia es que, según afirman estos científicos no haría falta salir de nuestro sistema solar para encontrar vida ya que es muy probable que pueda haberla en Venus.
Evidentemente las formas de vida que vivan en las nubes de Venus serán muy diferentes a lo que conocemos pero Venus nos pilla aquí al lado y siempre podremos acercarnos para echar una ojeada ¿no?