Sea por intentar contribuir lo menos posible al calentamiento de la tierra o simplemente por evitar la dependencia que tenemos de los combustibles fósiles que nos vienen de fuera, está claro que debemos seguir buscando fuentes de energía alternativas y no solo la solar o la eólica.
Por ejemplo, en Australia donde se utiliza muy a menudo el tren para mover mercancías se ha lanzado el proyecto Infinity Train. Tiene como objetivo reemplazar algunas (o todas) las locomotoras diésel de la compañía minera Fortescue con trenes eléctricos que se cargan completamente a sí mismos a través del frenado regenerativo.
Los ingenieros han calculado que hay suficientes pendientes cuesta abajo y oportunidades de frenado para cargar la batería de forma regenerativa. Además, el tren es mucho más ligero cuando está descargado y debe iniciar la vuelta a la mina.
La energía gravitatoria será su única fuente de electricidad, aprovechando las secciones cuesta abajo de la red ferroviaria. De este modo, no precisará una carga adicional para realizar el viaje de regreso, eliminando el requisito de infraestructura de carga y generación de energía renovable.
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Un sistema similar es el que está proponiendo para zonas montañosas sustituyendo el tren australiano por camiones.
En este caso los camiones llenarían de agua grandes contenedores en lo alto de la montaña cargando sus baterías aprovechando las frenadas en las cuestas abajo. Una vez llegado a su destino vaciarían sus contenedores devolviendo al agua al río … y volviendo a retomar sus viajes hacia lo alto de la montaña con sus baterías cargadas, etc.