La total dependencia de Europa de otros países para resolver nuestro problema energético está acelerando la búsqueda de fuentes de energía alternativas a los combustible fósiles. Aparte de la energía eólica o la solar en paises como Islandia emplean la geotérmica que allá por el año 2016 era el 65% de la consumida.
¿Y porqué no utilizar el calor del magma terrestre? Podría alimentar la civilización durante 20 millones de años usando sólo el 0,1% de su calor! Además y lo que es más importante … dejaríamos de depender de las intermitentes renovables.
El problema es alcanzar una profundidad lo suficiente para conseguir unas temperaturas que hagan el proceso rentable. No es nada sencillo como ya lo sufrieron los rusos con su pozo superprofundo de Kola (el «agujero» más hondo del mundo) cuando dificilmente llegaron a los 12.300 cuando su objetivo era alcanzar los 20 km de profundidad.
Ahora la empresa Quaise («spin-off» del MIT) acaban de conseguir más de 60 millones de dólares para demostrar la eficacia de su nueva tecnología de perforación con la que podría llegar sin problemas a 20 km y aguantar temperaturas muy elevadas.
Primero se hace un agujero profundo utilizando técnicas de perforación habituales (hasta unos 5 km de profundidad) pasando luego a utilizarse un GIROTRON. Este aparato derivado de los tubos de vacío utiliza un haz de electrones que se amplifica. Dentro hay un campo magnético que acelera estos electrones a velocidades relativistas, amplificando la energía de las microondas con lo que el haz de energía que sale del taladro es capaz de vaporizar cualquier roca imaginable.
Estiman que para el año 2026 podríamos ver una planta industrial utilizando esta tecnología y para el 2028 antiguas plantas de carbón reconvertidas.
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