Como ya os contábamos el pasado año, el tereftalato de polietileno, polietilenotetereftalato, politereftalato de etileto… o simplemente PET (por sus siglas en inglés) es el tipo de plástico más usado para envasar las bebidas que puedes encontrar en el supermercado.
De ahí el interés, la NECESIDAD, de encontrar una forma de degradar estos plásticos de una forma rápida ya que son miles y miles de toneladas las que contaminan nuestro mundo y sin ayuda podrían tardar siglos en degradarse.
Ahora un grupo de científicos de la Universidad de Texas acaba de publicar en Nature los resultados de un modelo de Machine Learning para generar mutaciones novedosas en una enzima natural llamada PETasa que permite que las bacterias degraden este tipo de plásticos.
El modelo predice qué mutaciones en estas enzimas lograrían el objetivo de despolimerizar rápidamente el plástico residual a bajas temperaturas.
A través de este proceso los investigadores demostraron la eficacia de la enzima, a la que denominan FAST-PETase (funcional, activa, PETasa estable y tolerante).
La investigación sobre enzimas para el reciclaje de plástico ha avanzado durante los últimos 15 años.
Sin embargo, hasta ahora, nadie había sido capaz de descubrir cómo hacer enzimas que pudieran operar de manera eficiente a bajas temperaturas para que fueran asequibles a gran escala.
A continuación, el equipo planea trabajar en la ampliación de la producción de enzimas para preparar su aplicación industrial y ambiental.
Los investigadores han presentado una solicitud de patente para la tecnología y están considerando varios usos diferentes.
La limpieza de los vertederos y la ecologización de las industrias que producen muchos desechos son las más obvias.
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