Ya hace un par de años tuvimos ocasión de hablar en PcDeMaNo de los gusanos de la cera que se comían polietileno (de baja densidad) y otros que preferían los plásticos basados en poliestireno.
De hecho científicos españoles del CSIC viene estudiando ya desde el año 2017 la razón por la que el contacto de la crisálida con el polietileno es suficiente para eue este plástico se biodegrade.
El sorprendente hecho es que las larvas logran descomponer el plástico en un tiempo récord, apenas una hora, y a temperatura ambiente.
El secreto, según acaban de anunciar investigadores del CSIC, está en las enximas de su saliva que oxidan el plástico despolimerizándolo en pocas horas.
Se trata de dos enzimas, bautizadas como Demetra y Ceres (diosa de la agricultura, las cosechas y la fecundidad en la mitología griega y romana respectivamente) , que pertenecen a la familia de las enzimas fenol-oxidasas.
La primera mostraba un efecto importante sobre el polietileno, dejando marcas (pequeñas cráteres) visibles a simple vista en su superficie.
La segunda también oxida el polímero, aunque sin dejar marcas aparentes.
Los fenoles son moléculas que las plantas usan como defensa contra enemigos potenciales, como por ejemplo las larvas de insectos.
Los insectos podrían producir estas enzimas como una vía para oxidar los fenoles de las plantas, y así neutralizarlos, para poder alimentarse de las plantas sin peligro.
Por otra parte, los fenoles también están presentes en muchos aditivos plásticos, lo que podría convertirlos en dianas para estas enzimas y crear las condiciones necesarias para la oxidación y la despolimerización del plástico.
Además hay que tener en cuenta que los gusanos de la cera se alimentan de la cera de las colmenas (rica en fenoles) y de polen de especies de plantas muy diversas.
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