La duración de las baterías es una limitación muy importante para cualquier actividad en nuestro mundo actual y sino que se lo digan a los fabricantes de coches eléctricos, por ejemplo.
El tecnólogo de 91 años y buscando empleo en Linkedin, Larry Udell afirma que se le ha ocurrido algo que podría revolucionar la electrónica moderna: un invento para alargar la vida de las baterías hasta un 30%.
El modelo de BatterySavers toma la salida de bajo voltaje restante de las baterías muertas y eleva los voltajes a niveles utilizables descargando la energía restante a una tasa más alta. Lo hace operando a voltajes más bajos de los que los reguladores de voltaje estándar pueden adaptar, lo que le permite extender la vida de casi cualquier tipo de batería, capacidad y química.
Básicamente es una placa de circuito impreso que puede colocarse encima de una batería existente o dentro de su carcasa; es lo suficientemente pequeña, de baja tecnología y barata como para ser instalada a posteriori o incorporada a un dispositivo desde el principio, y lo suficientemente inteligente como para aprovechar las reservas de energía que habitualmente se desperdician.
Tras cuatro años de perfeccionamiento del prototipo, el equipo se ha financiado con 100.000 dólares y está estudiando ofertas de licencia.
El coste de fabricación es de sólo 12 céntimos por unidad, dice Udell, con un plan de venta al por menor de dos unidades de BatterySavers a 99 céntimos por paquete.
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