Es bien conocido que el gas metano es 86 veces más potente que el CO2 y uno de los principales responsables del calentamiento global.
Se calcula que el metano es responsable del 30% de todo el calentamiento global por emisiones gaseosas. Se liberan megatoneladas de este gas a través de la producción agrícola animal de la ventosidades y eruptos de los rumiantes, principalmente.
Pero imaginemos que pudiéramos utilizar algo tan sencillo como el azúcar -o los hidratos de carbono- para extraer el metano de la atmósfera y, de este modo, frenar el calentamiento global y el cambio climático.
Químicos daneses tratarán de hacer que la capacidad de un determinado carbohidrato (por ejemplo, la α-ciclodextrina) para unirse al metano sea tan fuerte que pueda capturar el metano del aire que nos rodea. Hacerlo hoy es imposible.
El primer paso de la innovadora idea es entender el proceso por el que los microscópicos bloques moleculares de los carbohidratos se unen al metano y cómo mejorarlos para que puedan capturar el gas de la atmósfera. Mediante la química sintética, los químicos cambiarán algunas de las propiedades de la molécula.
La molécula de un hidrato de carbono se asemeja mucho a un donut: un anillo con un agujero en el centro en el que se puede asentar el metano. Pero como el metano es una molécula tan pequeña, puede deslizarse por el agujero sin atascarse. Por tanto, tendrán que hacer el agujero más pequeño… con ayuda de la computación y la química sintética.
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