El futuro del coche eléctrico, entre otras muchas cosas, depende de las baterías que todavía tienen por delante problemas sin resolver.

Entre las muchas soluciones alternativas a las baterías tradicionales de iones de litio, los investigadores están experimentando con diseños de litio-aire.

Un nuevo artículo publicado en Science describe la química detrás de una nueva batería de litio-aire, un diseño innovador que potencialmente podría proporcionar mucha más densidad de energía que la tecnología tradicional de las de iones de litio pudiendo almacenar un kilovatio-hora por kilogramo, cuatro veces más que la tecnología de baterías de iones de litio. Podría servir como un verdadero avance para el mercado de las baterías y una posible revolución para el transporte y los vehículos pesados ​​como aviones, trenes e… incluso submarinos.

La nueva batería puede soportar más de 1.000 ciclos de recarga con sólo una pequeña caída del cinco por ciento en la eficiencia energética y cero impacto en la eficiencia coulombica Esto significa que todo el material inicial de la batería no se degrada, sin reacciones secundarias irreversibles durante los ciclos de carga/recarga.

El diseño concebido por investigadores del Instituto de Tecnología de Illinois utiliza un electrolito sólido basado en un compuesto de una mexcla de polímero y cerámica, que es más seguro y eficiente en comparación con los electrolitos líquidos. Los materiales cerámicos y poliméricos usados ​​como electrolitos sólidos tienen sus propias desventajas cuando se usan por separado, pero cuando se combinan, pueden proporcionar tanto la alta conductividad iónica de la cerámica como la alta estabilidad del polímero.

El resultado permite que la reacción reversible crítica que permite que la batería funcione (formación y descomposición de dióxido de litio) ocurra a altas velocidades a temperatura ambiente, la primera demostración de esto en una batería de litio-aire.