Todavía tengo por ahí casi una docena de discos duros y la mitad de discos SSD de 2.5″. Sin embargo la verdad es que los M.2 NVMe siguen escaseando en casa y aparte del que tenemos en el Shuttle PC de escritorio (y el interno del MacBook Air) tan solo hay un par más como almacenamiento interno de los SBC que estamos revisando últimamente.
De ahí que en la actualidad esté ociosa la caja de Orico que pedimos en su día para convertir unos de los SSD M.2 «sobrantes» en un disco externo. Y hablando de este tipo de productos a los que no prestas atención hasta que se llenan o mueren, nuestros colegas de ZDNET han cambiado de opinión al conocer la nueva Dockcase Pocket M.2 NVMe Smart SSD.
Por un lado la unidad externa es lo suficientemente pequeña y ligera (45 gr) como para caber en un llavero y por otro dispone de suficiente espacio para una pantalla táctil en color de 1,33″ que todo lo que se necesita saber relacionado con la «salud» de la unidad de almacenamiento (Únicamente compatible con SSDs M.2 2230 NVMe/PCIe) y su funcionamiento.
En su interior dispone, en el interior de su tapa, de una almohadilla térmica de grafito (no grafeno, todavía amigo Òscar) que ayuda a disipar el calor (y hace un trabajo increíble).
La pantalla de la carcasa muestra una gran cantidad de información útil, incluida la marca y capacidad de la unidad, las velocidades de lectura/ escritura, la temperatura, el estado de la unidad y mucho, mucho más.
En cuanto a las desventajas, además de que hay que tener que es un producto dentro de una campaña de kickstarter es importante conocer que la carcasa de la unidad no es resistente al agua. Además, si bien el vidrio templado sobre la parte superior de la pantalla LCD es resistente, siempre existe la posibilidad de que se dañe.
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