Los pañales desechables son una fuente significativa de residuos sólidos debido a su gran demanda y al hecho de que tardan mucho tiempo en descomponerse. Se estima que los pañales desechables pueden tardar hasta 500 años en descomponerse en vertederos.
Además, la producción de pañales desechables implica el uso de recursos naturales, como el agua y la energía, así como la emisión de gases de efecto invernadero durante el proceso de fabricación. También puede haber problemas relacionados con la eliminación adecuada de los pañales usados, ya que a menudo terminan en vertederos o incineradoras.
En resumen, para abordar el problema de los pañales en el medio ambiente, se pueden considerar alternativas más sostenibles, como los pañales de tela reutilizables o los pañales desechables biodegradables. Además, es importante fomentar la conciencia sobre el impacto ambiental y buscar formas de reducir el consumo de pañales desechables.
Los pañales están confeccionados principalmente a base de pulpa de madera, algodón, viscosa y plásticos como el poliéster, el polipropileno y el polietileno por lo que son difíciles de reciclar.
Los pañales reciclados han encontrado algunas aplicaciones en la construcción, específicamente en la fabricación de materiales de construcción sostenibles. Por ejemplo pueden ser utilizados como material de aislamiento térmico en la construcción. Los pañales desechables contienen una cantidad significativa de celulosa y polímeros absorbentes, que pueden proporcionar propiedades de aislamiento. Estos materiales se pueden procesar y transformar en paneles de aislamiento que ayudan a retener el calor en invierno y mantener frescos los espacios en verano.
Más recientemente en la Universidad japonesa de Kitakyushu se está investigando su utilización para… fabricar casas.
Concretamente, han conseguido sustituir parte de la arena que se emplea en preparar el hormigón (concreto en algunos países) por una mezcla de pañales desechables triturados.
Estos científicos han probado su mezcla de pañales triturados en Indonesia, comparando la resistencias de las construcciones con aquellas elaboradas en este mismo país con un hormigón convencional… sin observarse diferencias apreciables.
Por eso, estos científicos probaron a sustituir parte de esa arena por su mezcla de pañales triturados, para después curar la mezcla durante 28 días.
Hicieron pruebas de resistencia en diferentes escenarios y dieron con la cantidad perfecta de pañales para que los edificios sigan siendo seguros:
Así, vieron que los pañales podrían sustituir un 10% de la arena del hormigón empleado para fabricar columnas y vigas en una casa de tres pisos.
En cambio, si la casa fuese de un solo piso, el porcentaje podría aumentar hasta un 27%.
Por otro lado, en las paredes divisorias se podría sustituir un 40% de la arena, y en los suelos y el pavimentado de jardines un 9%.
En conjunto, hasta el 8% de la arena del hormigón empleado para una casa de una planta de 37 metros cuadrados podría sustituirse por pañales triturados.
En cualquier caso, para abordar el problema de los pañales en el medio ambiente, se pueden considerar alternativas más sostenibles, como los pañales de tela reutilizables o los pañales desechables biodegradables. Además, es importante fomentar la conciencia sobre el impacto ambiental y buscar formas de reducir el consumo de pañales desechables.
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