España se encuentra en la vanguardia de la investigación y desarrollo del hidrógeno como fuente de energía sostenible. En este contexto, aparte de por la obtención del mismo aprovechando la energía solar también ha empezado a interesarse por la extracción de hidrógeno natural, una forma prometedora de obtener este gas limpio y libre de emisiones de carbono.
Los principales depósitos de hidrógeno natural se encuentran en varias regiones del mundo, como América del Norte, Europa, Asia y Australia. Algunos países, como Canadá y los Estados Unidos, han explorado el uso de hidrógeno natural como parte de su estrategia de transición energética.
De hecho, en nuestro país disponemos del primer yacimiento de hidrógeno natural y renovable de Europa que se encuentra en Aragón.
Por otra parte en Francia estiman que la cuenca de Lorena podría contener 46 millones de toneladas de hidrógeno natural, equivalente a la mitad de la producción mundial actual de hidrógeno, y suficiente para contribuir significativamente a los objetivos de descarbonización de la UE.
A diferencia del hidrógeno producido a partir del gas natural o la electrólisis, la obtención del natural no requiere agua y requiere poca energía para extraerse además de necesitar muy poco terreno.
Tampoco su producción está sujeta a la climatología e incluso es renovable… siempre que adaptemos el ritmo de extracción al ritmo de generación, como hacemos con el vapor de agua caliente en la geotermia.
Todas estas ventajas hacen del hidrógeno natural un recurso mucho más económico que el hidrógeno producido por electrólisis. El precio del hidrógeno natural se estima en 1 euro el kilo, mientras que el hidrógeno renovable alcanza actualmente los 6 euros.
En cualquier caso, es poco probable que el hidrógeno natural contribuya de forma significativa a los objetivos climáticos de la UE para 2030.
Pero a largo plazo, el hidrógeno natural merece la pena investigarlo, ya que ayudaría, como otras fuentes, a reducir la presión sobre el sistema eléctrico que va a provocar la producción de hidrógeno por electrólisis.
Además de eso, es posible que aún deban superarse algunos obstáculos, como convencer a la opinión pública de los beneficios. En este contexto, el debate sobre el fracking para la extracción de gas natural, su impacto ambiental y las preocupaciones asociadas podrían generar un debate sobre su compatibilidad con una producción de hidrógeno sostenible.