Un equipo de investigadores de la Universidad de Ámsterdam ha hecho un hallazgo que podría significar un avance significativo en la producción de energía a base de hidrógeno, proporcionando una forma de energía más segura y manejable, al tiempo que respeta el medio ambiente, como no.
¡Y todo esto es gracias a la contribución sorprendente de las gambas!
Un papel inesperado para las gambas
El equipo científico ha descubierto que puede usar quitosano, un material presente en las cáscaras de gambas, para regular la liberación de hidrógeno. En un experimento sorprendente, encapsularon partículas de cobalto, un catalizador para liberar hidrógeno, dentro de esferas de quitosano. Este material tiene la capacidad de expandirse a medida que se libera hidrógeno, lo que evita que las esferas se rompan.
Resultados que marcan un antes y un después
Después de diversos experimentos, encontraron que unas pocas esferas de quitosano del tamaño de un milímetro, cargadas con un 7% de cobalto, podían generar una cantidad de hidrógeno asombrosa: 40 ml/min durante dos días seguidos. Estos resultados demostraron el potencial real de este nuevo método.
Caminando hacia un futuro más verde
Este hallazgo podría significar un avance significativo en la producción de energía a base de hidrógeno, proporcionando una forma de energía más segura y manejable, al tiempo que respeta el medio ambiente. ¡Y todo esto es gracias a la contribución sorprendente de las gambas!
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Alifático! Te veo guardando las cáscaras de las muchas gambas que te debes estar tomando por tierras onubenses. ¿No?