El plástico es una de las maravillas de nuestro mundo moderno, pero también es uno de los peores enemigos del medio ambiente. Los programas de reciclaje de plástico, aunque están llenos de buenas intenciones, no suelen ser suficientes, ya que la mayoría del plástico termina siendo incinerado o acaba en vertederos. Pero en el año 2019, el Laboratorio Berkeley presentó un nuevo tipo de plástico llamado polidicetoenamina (PDK), cuyas moléculas se pueden descomponer fácilmente para ser reutilizadas… una y otra vez.
Del petróleo a los recursos renovables
En investigaciones anteriores, los científicos inicialmente fabricaron PDK a partir de los mismos monómeros procedentes del petróleo que se utilizan en el plástico convencional. Sin embargo, para el nuevo estudio, lograron cambiar a una fuente renovable. Rediseñaron la famosa E. coli para que pueda convertir los azúcares de las plantas en una molécula llamada lactona de ácido triacético (TAL), la cual puede combinarse con otros productos químicos para producir PDK.
PDK: el plástico del futuro
El resultado final es un material plástico que puede ser sintonizado selectivamente para ser flexible, resistente o incluso adhesivo, según la aplicación que se le quiera dar. No solo es este nuevo PDK más sostenible, sino que el equipo descubrió que también se puede manejar temperaturas de trabajo más altas que la versión anterior, hasta 60 °C. Esto abre un rango más amplio de posibles aplicaciones.
Hacia un futuro más sostenible
En su forma actual, el PDK está compuesto por alrededor del 80% de contenido biológico, pero el equipo dice que las futuras versiones apuntarán al 100%. Entre las mejoras que se buscan están encontrar formas de que las bacterias conviertan una gama más amplia de azúcares y compuestos de plantas en las materias primas y acelerar esa conversión.
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