¿Quién diría que la inteligencia artificial nos ayudaría a construir un mundo mejor? ¡Pues sí, y está sucediendo!
Jonathan Godwin, ex-empleado de DeepMind (el famoso laboratorio de IA de Google), decidió en 2022 crear la empresa Orbital Materials. Su visión es crear «materiales transformadores» que nos lleven a estilos de vida sostenibles y saludables.
¡Ojo! No hablamos solo de artilugios tecnológicos sin utilidad directa, hablamos de carburantes sostenibles para aviones y hasta la eliminación de contaminantes químicos nocivos en el medio ambiente.
Más allá de las imágenes: modelando el mundo atómico
La IA de Orbital va más allá de las maravillas (tipo ChatGPT, stablediffusion, etc.) que estamos empezando a acostumbrarnos a llevar en nuestro móvil. Imagina que, en vez de generar una foto a partir de una descripción, puedes decirle «quiero un material que absorba CO2» y ¡bam! te da una estructura 3D de ese material. Es como si la IA moldeara un puñado de átomos hasta dar con la fórmula ganadora.
El gran impacto en diseño y arquitectura
Él está convencido de que esta IA va a revolucionar la arquitectura y el diseño. Imagina poder crear concretos inteligentes, aleaciones ultraligeras para automóviles o aviones y hasta baterías de cemento para almacenar energía como las que proponen desde el MIT.. Y no solo eso, este avance en la ciencia de materiales impulsada por la IA promete potenciar la impresión 3D a niveles que jamás imaginamos.
Rumbo al carbono cero (o incluso negativo)
Aunque el proyecto suena súper prometedor, Godwin y su equipo tienen claro cuál es el primer objetivo donde poner a prueba sus ideas: soluciones para la captura y almacenamiento de carbono. Piénsalo, ya existen tecnologías que convierten el CO2 en gasolina, concreto y muchas cosas más. Pero, ¿de qué sirve si no podemos capturar ese CO2 del ambiente de manera eficiente? Ahí es donde Orbital Materials entra en juego.
Reflexiones: Una carrera contra el tiempo
A pesar del potencial increíble de la IA, Jonathan tiene una preocupación válida: nuestra sociedad ¿está realmente lista para esta revolución? No basta con desarrollar la tecnología, hay que asegurar que sus beneficios lleguen a todos. Es un reto organizacional y político. Pero si el pasado nos ha enseñado algo es que, juntos, podemos construir un futuro brillante ¿De verdad?
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Si no fuera porque la velocidad con lo que estamos viendo evolucionar la IA pensaría que esto es un «deja-vu» aunque hace menos de diez años vendíamos la idea como «química computacional», química cuántica, química teórica.
Al final tras usar mucho tiempo en supercomputadoras «solo» conseguimos calcular la energía de activación de un proceso y así una vez definidos «humanamente» los mismos disponíamos del mecanismo de reacción más probable.
Ahora bien con el cambio de paradigma a resolver los problemas por «aproximaciones» sin importar el resultado exacto quizás tuviese futuro este tipo de acercamientos mediante AI… en algunos casos.