No se qué pensáis vosotros pero me da la impresión que nadie tiene claro el futuro del coche y menos aún del momento en el que habrá que acabar comprándose un coche eléctrico… o no.
Por ejemplo los autos pequeños parecen estar regresando a la escena. En el reciente IAA motor show en Múnich, se han exhibido varios coches de tamaño reducido que traían recuerdos de los microcoches o «coches burbuja» de décadas pasadas, como el icónico Isetta diseñado en Italia. Aunque en años recientes, modelos como el Smart y el Fiat 500 han sido referentes de compactibilidad, el interés por un coche eléctrico de menor tamaño está ganando terreno, especialmente con la creciente demanda de vehículos ecológicos para entornos urbanos.
Pequeños, eléctricos y listos para la ciudad
La firma suiza Micro no se quedó atrás y presentó su Microlino, un vehículo eléctrico que, aparte de ser una cucada, promete cargar su batería en solo cuatro horas conectado a un enchufe doméstico. Con una autonomía de unos 230 km y una velocidad máxima de 90 km/h, es ideal para el ajetreo de la ciudad. Pero, ¡ojo! En Europa no se le considera un coche per se. Es un «cuadriciclo pesado», lo que significa que enfrenta regulaciones menos estrictas y puede llegar al mercado más rápidamente.
Otro pequeñín que acaparó miradas fue el Yoyo, desarrollado por la start-up ítalo-china XEV, con una autonomía de 150 km y que parece están orientados principalmente al mercado europeo. Esto se debe a las estrechas y antiguas calles de muchas ciudades del continente, aunque también podrían ser populares en ciudades congestionadas como algunas en India o Tailandia. Algunas de sus aplicaciones podrían ser como el segundo coche de una familia o para traslados cortos en la ciudad.
Pero, ¿y el precio?
Aunque todo suena prometedor, hay ciertas dudas sobre la verdadera atracción de estos microcoches. Por ejemplo, el modelo más barato del Microlino tiene un precio de inicio de 17,990 euros. Al no ser clasificado técnicamente como un coche, es probable que no califique para subsidios de vehículos eléctricos en muchos países. Esto podría hacer que su precio sea poco atractivo para compradores que podrían obtener un eléctrico completo a un precio similar o incluso más barato, considerando opciones de financiamiento y subsidios.
Reflexiones finales
La tendencia de los microcoches está tomando fuerza, y aunque en papel parecen ser una opción ideal para las congestionadas ciudades, el precio y la falta de incentivos podrían ser un obstáculo en su popularidad. Solo el tiempo dirá si estos pequeñines serán un éxito rotundo o solo una moda pasajera.
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