En pleno auge tecnológico, surge una joya mecánica que nos remonta a la satisfacción de pulsar teclas físicas: el VickyBoard. Con su diseño en forma de «V» y la promesa de una experiencia ergonómica superior, este teclado mecánico conectable mediante cable o vía Bluetooth se ha convertido en objeto de deseo en especial para «gamers». Pero, ¿vale la pena su elevado precio?
Una pieza de coleccionista… por un precio
El VickyBoard no es ni para todas las personas ni para todos los bolsillos. Con un precio por encima de los 250 EUR, es una inversión considerable para un teclado. Su diseño único, teclas reprogramables y versatilidad justifican el costo para muchos, pero es innegable que el precio puede ser un impedimento para otros.
Crowdfunding: ¿Bendición o maldición?
Hay que mencionar que el VickyBoard es un producto que se financiará a través de una campaña en Indiegogo. Si bien estas plataformas han dado vida a muchos productos innovadores, también conllevan un riesgo inherente. La financiación colectiva no siempre garantiza un producto final o la calidad prometida.
La curva de aprendizaje de la «V»
Junto a sus colores «fosforitos», el diseño en «V» es sin duda la característica distintiva del VickyBoard, pero requiere un periodo de adaptación. La disposición de las teclas, aunque ergonómica, puede resultar extraña inicialmente, requiriendo tiempo y paciencia para acostumbrarse.
Conclusión
El VickyBoard es un teclado que desafía convenciones, ofreciendo una experiencia única a aquellos dispuestos a pagar el precio, tanto en euros como en tiempo de adaptación. Aunque el camino del crowdfunding puede generar escepticismo, este teclado demuestra que la innovación vale la pena.
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