La rivalidad entre Intel y AMD ha sido como una montaña rusa emocional para los fanáticos de la informática. Estas dos potencias han estado compitiendo ferozmente durante décadas, y cada lanzamiento de nuevo hardware es como el siguiente episodio de una serie de suspense.
Hablemos de ARM, una arquitectura que ha dejado una marca indeleble en la industria. Aunque quizás no sea tan conocida como Intel y AMD, ARM se ha convertido en el cerebro detrás de muchos de nuestros dispositivos cotidianos y es utilizada desde smartphones hasta dispositivos IoT. La arquitectura ARM ha demostrado ser eficiente y versátil. Sus diseños de bajo consumo energético han impulsado la evolución de la computación móvil y han llevado la potencia de procesamiento a nuevas alturas.
Intel: El reinado indiscutible
En las eras pasadas, Intel reinaba como el gigante indiscutible en el mundo de los procesadores. Sus chips eran sinónimo de rendimiento, potencia y bajo consumo. Las generaciones de procesadores Intel Core dominaron los escritorios y portátiles de todo el mundo. La marca se convirtió en un estándar de calidad y confiabilidad.
La entrada triunfal de AMD
Pero entonces, apareció AMD en el escenario como el desafiante. Con su arquitectura Ryzen, AMD comenzó a ofrecer una alternativa convincente a la hegemonía de Intel. Los procesadores Ryzen se volvieron conocidos por su rendimiento sólido y precios competitivos. La competencia se intensificó, y los consumidores se beneficiaron de opciones más diversas y precios más amigables.
La carrera hacia el futuro
Desde entonces, ambas compañías han estado en una carrera constante para superarse mutuamente. Cada nuevo lanzamiento es como una pelea en el ring, con cifras de núcleos, velocidades de reloj y tecnologías innovadoras como los golpes que determinan al campeón. La rivalidad no solo ha impulsado la innovación, sino que también ha llevado a precios más competitivos para los consumidores.
AMD sigue sorprendiéndonos a todos
En las pruebas de rendimiento, el increible nuevo procesador de 96 núcleos Ryzen Threadripper Pro 7000 WX-Series que ayer mismo presentó AMD dejó en el polvo al Intel Xeon W9-3495X de 56 núcleos. ¿La diferencia? ¡AMD lo trituró en pruebas multi-hilo con una puntuación de 24.519 frente a los modestos 18.157 de Intel! Pero eso no es todo, en la prueba de un solo hilo, AMD aún lidera con 2.655 frente a los 2.302 de Intel. ¡Impresionante, verdad!?
Detalles técnicos que hacen temblar
El Ryzen Threadripper Pro 7995WX con una velocidad de reloj base de 2.5 GHz y una frecuencia máxima de 5.1 GHz, junto con la conectividad PCIe 5.0 y ocho canales de memoria que admiten RAM DDR5 de hasta 5,200 MT/s, (39672.8515625 Mebibyte/s) este gigante es imparable. En comparación, el Xeon de Intel parece quedarse corto, con una frecuencia base de 1.9 GHz y una turbo de 4.8 GHz, y soportando DDR5 «solo» hasta 4,800 MT/s.
La revolución AMD
Hasta hace poco, Intel reinaba supremo en el rendimiento de estaciones de trabajo y servidores, pero el panorama ha cambiado… y mucho. Ahora, con el Ryzen Threadripper Pro 7995WX, AMD se ha convertido en el campeón indiscutible.
AMD ha demostrado que es «imparable para casi cualquier tarea», según Storage Review. Este procesador no solo supera las expectativas, sino que también es capaz de manejar cargas de trabajo típicamente reservadas para servidores. ¡La revolución de AMD está aquí para quedarse!
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