El gigante energético Shell ha tomado una decisión significativa en el mercado del hidrógeno en Estados Unidos al cerrar permanentemente todas sus estaciones de llenado de hidrógeno para vehículos ligeros en California. Este movimiento representa un golpe para el mercado de los coches de hidrógeno en el único estado donde este combustible está ampliamente disponible.

Problemas y desafíos en el mercado del hidrógeno

El cierre de las estaciones de hidrógeno de Shell en California refleja una serie de problemas que enfrenta el mercado del hidrógeno en el sector del transporte ligero. Aunque California ha sido uno de los pocos mercados donde los vehículos propulsados por hidrógeno han experimentado crecimiento, con 3.143 registrados en 2023, esto representa menos del 1% de los coches eléctricos de batería vendidos en el mismo período.

Disputas y litigios en torno a las estaciones de llenado de hidrógeno

El cierre de las estaciones de hidrógeno de Shell en California también arroja luz sobre las disputas legales que rodean a la tecnología de llenado de hidrógeno. La subsidiaria estadounidense de Iwatani alega en documentos judiciales que Nel, la empresa noruega que proporcionó la tecnología central para sus estaciones, nunca había probado realmente sus estaciones de hidrógeno en «condiciones comerciales del mundo real» antes de vender siete de ellas para el mercado californiano.

Reflexiones finales sobre el mercado del hidrógeno

El cierre de las estaciones de hidrógeno de Shell plantea preguntas importantes sobre el futuro de esta tecnología en el transporte ligero. Aunque los vehículos de hidrógeno ofrecen ventajas en términos de tiempo de recarga y autonomía, los altos costos de las estaciones de llenado y la infraestructura limitada han obstaculizado su adopción masiva. La decisión de Shell de abandonar el mercado del hidrógeno para vehículos ligeros plantea dudas sobre la viabilidad a largo plazo de esta tecnología en el sector del transporte.