En la búsqueda constante por comprender y abordar los fenómenos climáticos que impactan nuestras comunidades y ecosistemas, los ríos atmosféricos han emergido como un tema de creciente interés para la comunidad científica y los responsables de la toma de decisiones. Estas corrientes de vapor de agua concentrado en la atmósfera representan un componente crucial del ciclo hidrológico global y desempeñan un papel significativo en la distribución de la humedad y las precipitaciones en diversas regiones del mundo.
Los ríos de intensa humedad surcan nuestro cielo de la misma manera que lo hacen sus contrapartes líquidas sobre la tierra. Lamentablemente, estos arroyos celestiales son mucho más difíciles de ver para nosotros. A menudo, son productos de ciclones y pueden dictar dónde caerá una lluvia intensa, lo que hace que su falta de visibilidad sea un problema. La comprensión de ellos se vuelve cada vez más importante a medida que nuestra atmósfera en calentamiento absorbe aún mayores cantidades de agua, obligando a estos cursos de agua aéreos a cambiar de rumbo. Hasta ahora, los investigadores confiaban en modelos informáticos para predecir hacia dónde probablemente fluye este vapor de agua, pero ahora han ideado una forma de espiarlos en tiempo real.
Visión en 3D de un mundo invisible
El científico atmosférico de la Universidad de California, Weiming Ma, y sus colegas determinaron que los registros satelitales de distribuciones espaciales de temperatura podrían usarse para crear un campo de viento tridimensional aproximado en tiempo real. Combinando esos datos con la detección de humedad por satélite de la NASA, revelaron una distribución global de corrientes cargadas de humedad.
Impacto y futuro
La mayoría de la humedad del cielo se transporta a través de las latitudes por los ríos atmosféricos a medida que fluyen hacia los polos. Son responsables de hasta el 30% de la precipitación anual en Estados Unidos y Europa, y hasta el 40% en la temporada de lluvias de Asia Oriental. Estos ríos atmosféricos también influyen en la variabilidad del hielo marino: su presencia aumenta los niveles de derretimiento. En los últimos años, el hielo marino ha alcanzado mínimos récord en ambos polos.
El análisis de los ríos atmosféricos visibles ha revelado que los modelos anteriores habían estado sobreestimando la frecuencia de lluvia que producen los ríos atmosféricos, pero subestimando la intensidad de la lluvia. Este nuevo método puede integrarse ahora en los pronósticos del tiempo y los modelos climáticos, y los investigadores planean evaluar cómo se desempeñan los modelos climáticos frente a su nuevo método de detección de ríos atmosféricos en el futuro.
¡El cielo nunca deja de sorprendernos con sus secretos revelados!
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